El GCE Villaralbo cayó ayer de forma sorprendente en "El Mancho" ante una Cultural Cebrereña que peleaba por escapar de la zona de descenso y que, con acierto y oficio, se llevó los tres puntos en juego. Un botín que permite a los locales seguir aspirando a conseguir su objetivo mientras que, para los "azulones" supone un claro paso atrás en sus aspiraciones de volver a estar entre los candidatos al ascenso. En la prestigiosa zona de "play-off".

El conjunto local se rehizo de sus anteriores malos resultados y del mal juego y dio un cambio de imagen ante un GCE Villaralbo que acusó alguna ausencia en sus filas y al que se le atragantó la obligación verdiblanca de ganar. Y es que, el cuadro de Cebreros, sabiéndose herido, saltó a morder desde el primer minuto delante de su afición.

Así, Mario Hidalgo golpeó primero y abrió el marcador bien pronto. Su gol, no obstante, no tardaría en ser respondido por una pena máxima que transformaría Garban. Juli volvería a adelantar a los locales, pero Villa también diría la suya y pondría las tablas de nuevo. Finalmente, Juli hizo su particular doblete tras el descanso y el marcador ya no volvería a moverse en el resto del encuentro.

El primer tiempo resultó de los más entretenido. Especialmente porque gozó de múltiples ocasiones de gol y varios tantos.

No hubo que esperar mucho más de diez minutos para ver como el marcador dejaba atrás el 0-0 inicial. Un tanto al que precedió un aviso de Terleira que metió el miedo en el cuerpo a los hombres de GCE Villaralbo. Fue Mario Hidalgo quien, con un disparo cruzado a media altura, batió al meta visitante y adelantó a los suyos.

La Cultural Cebrereña había arrancado con muchísima hambre y el primer tanto de la tarde fue el producto de su voracidad. Una recompensa a su valentía que obligaba al GCE Villaralbo a dar un paso adelante en El Mancho. A tomar las riendas del partido y demostrar que la lógica aún podía imperar haciendo de los locales un obstáculo menor. Justo lo contrario de lo que pareció desde el iniico.

Así, los "azulones" reaccionaron y sin que apenas tuviera la Cebrereña tiempo para festejos y saborear calmadamente el 1-0, una escapada de Javi Ballesteros fue cortada por Franco con un agarrón claro en el interior del área. Una falta que el colegiado no dudó en señalar como pena máxima y con la que Garbán empató el encuentro.

Con el 1-1, el plantel de Tornadijo parecía poder retomar aire y afrontar con más tranquilidad el resto del envite. Pero la Cebrereña nunca dio tregua. Los locales, a pesar de la respuesta, volvieron a mostrar su coraje y, en tres minutos, volvían a estar por delante en el marcador gracias, en esta ocasión, a un gran movimiento de Juli dentro del área. Su jugada terminaba de una manera más bien poco elegante, al sacudirle al balón un punterazo. Sin embargo, el tanto valía oro, tanto o más que el complicado control antes de golpear sin miramientos la bola y adelantar nuevamente a los suyos.

Eran sólo 19 minutos los que se llevaban disputados y ya habían pasado muchas cosas, pero la agitación de la que disfrutó la grada a lo largo del primer tiempo no paró ahí. Y es que, el GCE Villaralbo estaba lejos de tirar la toalla y no se iba a conformar en ningún momento. Motivo por el que empató minutos antes del descanso.

Un centro del ex del Real Ávila, Bruju, lo enviaba a la red Villa salvando a Juan, que había hecho instantes antes un enorme paradón, que repetiría a cabezazo de Javi Ballesteros en el 43, para llegar al descanso con un empate a dos que dejaba las espadas en alto de cara a la segunda parte.

El segundo tiempo comenzó con muy buenas noticias para locales, ya que, en el minuto 54, Juli anotaba el segundo de su cuenta que servía para colocar de nuevo a la Cebrereña por delante. Fue la presión de Súper a Manu la que provocó una pérdida de balón que terminó con un disparo al que Juanjo respondió con una estirada que dejó el balón muerto en el segundo palo, y allí Juli fue más valiente que nadie al meter la cabeza para anotar el tercero para su equipo.

Visto lo anterior, quedaba pendiente el encuentro de la respuesta de los visitantes, pero en ella, que la tuvieron, se encontraron con Juan, que realizó hasta tres intervenciones que salvaron los tres puntos para los suyos, que también tuvieron la oportunidad de haberse puesto con más distancia. Terleira conectó un cabezazo a la salida de un córner que Juanjo evitó que se colara.

Finalmente, el conjunto de Cebreros consiguió los tres puntos, muy importantes y valiosos en su intento por eludir las posiciones bajas. Mientras que el GCE Villaralbo demostró no contar con la regularidad suficiente para mantener el ritmo de los equipos punteros de la categoría. Al menos ayer, así lo dejó claro.

A los de Tornadijo aún les queda tiempo para recuperar el paso, pero está claro que la derrota en campo de la Cebrereña fue un claro paso atrás en sus intenciones de jugar el "play-off".