La selección española de fútbol sala tumbó y ganó 5-3 a Kazajistán, se clasificó para la final del Europeo de Serbia que disputará ante Rusia y ya sueña con alzar su séptima corona continental. Tal vez en los primeros minutos España no saltó al campo concentrado al cien por cien. Rusia ya esperaba en una hipotética octava final de las diez que se han disputado incluido la del torneo que todavía no ha terminado.

Esos momentos de incertidumbre los aprovechó Kazajistán, que en el tercer minuto hizo el 0-1 tras una jugada por la banda derecha de Douglas Junior que culminó Aleksandr Dovgan. Ese, junto al minuto 17, en el que Kazajistán tuvo tres ocasiones consecutivas salvadas por Sedano y el palo de la portería española, fueron los únicos momentos inquietantes del rival de España, que en el resto del primer tiempo dominó y pasó el rodillo.

El primero en golpear fue Bebe, que aprovechó un rechace del guardameta Grigori Shamri a la salida de un córner. Después, ya en el minuto 16, Miguelín sacó un misil con su destructora pierna izquierda. Todo acabó en ese mismo minuto de locura, el 17, cuando Rivillos asistió a Raúl Campos para que, con un derechazo desde un lateral, diera una ventaja de dos goles a España.

Tras la reanudación, España solo tuvo que a esperar a su presa para pegarle los últimos bocados y el 4-1 dejó sentenciada la contienda.