La selección española de balonmano buscará esta tarde (17.30 horas) romper con su maleficio en la final del Europeo y proclamarse, en su cuarta oportunidad, campeona continental por primera vez en su historia ante una Alemania muy lejos de la que cayó ante los "Hispanos" en el debut del torneo.

A España, campeona del mundo en dos ocasiones -2005 y 2013- , se le resiste el cetro europeo. Lo ha tocado con la punta de los dedos en tres ocasiones -1996, 1998 y 2006- pero nunca lo ha tenido. Una historia que puede cambiar hoy, donde también está en juego una plaza en los Juegos de Río para el ganador.

Por ello, los "Hispanos" no quieren irse sin su preciado botín dorado. El viernes, los hombres de Manolo Cadenas ya mostraron su fortaleza física y mental en las semifinales ante Croacia (33-29), en un partido en el que debieron reponerse a un irregular inicio en que llegaron a ir tres goles por debajo.

Precisamente esa falta de contundencia tanto en los primeros compases como en los últimos minutos le ha jugado malas pasadas al combinado español en el presente torneo. Así ocurrió en su segundo partido ante Eslovenia (24-24), en el que un tanto de Cristian Ugalde en el último minuto rescató un punto para los de Cadenas, o en la derrota ante Dinamarca (23-27).

La relajación quedará desterrada en la sexta final de un gran torneo para España. "La felicidad completa es con el oro, esto es un dulce paso para algo más importante que es ganar el domingo la final", explicó el seleccionador español tras la victoria ante Croacia.

Si España era claramente una de las grandes aspirantes al oro al inicio del torneo, pocos contaban con Alemania, que acudía a la cita polaca aparentemente mermada por las bajas de varios de sus hombres más destacados, los extremos Gensheimer y Groetzki y el pívot Wiencek.

Y es que, lejos de su pasada gloria como tricampeona mundial -1938, 1978 y 2007- y campeona de Europa -2004-, la "Mannschaft" había estado ausente de las semifinales de un gran torneo desde el Europeo de Noruega 2008. Por ello, su presencia en la final ha superado cualquier pronóstico.

Tras un inicio dubitativo precisamente ante España, la selección de Sigurdsson fue avanzando rondas hasta colarse en las semifinales, donde protagonizó un vibrante partido ante Noruega (33-34) en el que forzó la prórroga para lograr el derecho a disputar el título. Un duelo que dejó claro que los germanos no son el mismo grupo que el del primer partido español.

Los hombres de Manolo Cadenas deberán emplearse a fondo ante una Alemania que ha ofrecido muchas mejores prestaciones y muy buena pegada desde los seis metros desde su estreno ante "La Roja".

Las lesiones de los laterales Dissinger y Weinhold ante Rusia obligaron a Sigurdsson ha convocar a Häfner yKühn; entre los dos sumaron 10 goles en el partido de semifinales ante Noruega y se perfilan como una gran amenaza en un duelo que suele acabar siendo muy igualado, como demostró la fase de clasificación para el Europeo entre ambas escuadras que acabó con una victoria para cada equipo sin grandes diferencias. Eso sí, España parte con la ventaja de haber superado en los últimos años a su rival en todos los grandes torneos.