Carlos Tornadijo ha debutado este sábado al frente del GCE Villaralbo con un empate (0-0) ante el Numancoa B, otro aspirante a entrar en fase de ascenso.

Como era de esperar entre dos equipos que aspiran a meterse en play-off, se vivió un inicio intenso aunque fueron los locales los que llevaron la batuta. Liderados por Ballesteros, los azulones sumaron metros y comenzaron a rondar la portería de Guillermo aunque la defensa soriana supo hacer frente a las continuas embestidas, tanto las que llegaban en jugada como a balón parado.

El dominio eléctricos fue creciendo con el paso de los minutos pero la superioridad seguía siendo estéril.

La tensión también se incrementó en el terreno de juego y en las gradas por un penalti dudoso a favor del GCE que el colegiado no consideró. Enfrente Juanjo no estaba teniendo demasiado trabajo bajo los palos aunque sí apareció cuando fue necesario, al igual que la defensa local que a partir de la media hora tuvo que multiplicarse ante la mejoría numantina.

Así, el duelo se convirtió en un ‘toma y daca’ constante y mucho más igualado, aunque las buenas sensaciones del arranque también se habían difuminado a medida que se acercaba el descanso.

El juego del Villaralbo ya no era tan fluido ni fresco, aunque Javi Ballesteros tuvo en sus botas el ansiado gol pero el meta visitante se anticipó al zamorano, para que después Mato pusiera un balón perfecto que se paseó por área pequeña sin encontrar rematador, en lo que fue la mejor ocasión de la primera parte y con la que se llegó al descanso.

Con la reanudación la intensidad regresó al Fernández García y ambos planteles salieron decididos en busca de estrenar el marcador. Ahí llegó el turno de los porteros que pudieron lucirse con sendas paradas que parecían imposibles, aunque en la acción más clara de los sorianos, los villaralbinos tuvieron en el poste su mejor aliado.

A fases, los de Tornadijo trataban de hacer valer su potencial pero la definición tampoco les acompañaba a pesar de que de nuevo Mato y Ballesteros rozaron varias veces la diana e incluso el de Montamarta pudo anotar aunque en fuera de juego.

Los nervios crecían viendo que todo parecía encaminado al empate y es que, aunque los locales parecía haber llegado mejor al último tramo, parecía complicado superar el muro defensivo del Numancia B que mostraba su mayor peligro a la contra.

Eran los últimos compases y el GCE lo seguía intentando, pero su rival tampoco bajaba los brazos ni daba por bueno un empate con el que ambos tuvieron que conformarse.