El Villaralbo sumó un merecido triunfo en su visita a Miranda de Ebro ante un filial rojillo netamente inferior a la escuadra azulona. El solitario tanto de Javi Ballesteros en la segunda parte fue suficiente para sumar la victoria y consolidarse una jornada más entre los puestos de la zona noble, merodeando los puestos de promoción. Los eléctricos, con Saludes al frente del banquillo, acudieron a Ence en busca de un triunfo que les permitiera enfocar esta segunda vuelta con unas aspiraciones y asaltar los cuatro primeros puestos que otorgan la posibilidad de disputar el ascenso a Segunda División B. Con esas, el conjunto villaralbino salió muy bien plantado sobre el tapete dispuestos a incomodar el juego de un filial rojillo que no termina de carburar en casa. Con una tripleta ofensiva muy activa con Javi Ballesteros, Garban y Conde, generaron peligro e hicieron sufrir constantemente a una zaga mirandesista que no tuvo su mejor tarde. Javi Ballesteros, muy participativo en ataque dio un primer aviso a los tres minutos de juego con un remate que se marchó ligeramente desviado. Los visitantes ya comenzaban a generar peligro sobre el tapete de Ence. Minutos después, otra vez de la mano del nueve, intentaba un remate desde la frontal del área, pero el balón se marchó desviado cerca de la portería defendida por Moussa.

A partir de ahí, el Mirandés ´´B´´ empezó a estirarse y a intentar inquietar a un Juanjo que estaba viviendo una primera mitad muy plácida. El control territorial del conjunto zamorano, con Conde haciendo mucho daño en el flanco derecho y al que Ayuso no era capaz de parar, daba inicio al juego ofensivo. Cuando ell Mirandés dejaba espacios a sus espaldas, aprovechaba para triangular vertiginosamente buscando percutir en la zaga mirandesista. Aun así, a la mitad del primer tiempo, llegó el primer susto por parte del bando local cuando Álex se hizo con el esférico en el costado del área y su remate cruzado obligó a intervenir meritóriamente a Juanjo para evitar el primer tanto del encuentro. Esta ocasión local no descompuso al Villaralbo, que siguió proponiendo su juego intentando practicar el juego sobre un terreno de juego que no estaba en las mejores condiciones.

El propio Mato lo intentó desde la medular con un zapatazo que se marchó rozando las telarañas por encima del travesaño. Los visitantes estaban aprovechando su arreón en los últimos veinte minutos de la primera mitad para intentar desnivelar la contienda. El propio Javi Ballesteros la tuvo con la testa pasada la media hora de juego cuando, tras un centro medido desde el flanco izquierdo emergió el delantero para conectar un cabezazo limpio que enviaba el balón en dirección a la escuadra que obligaba a Moussa a realizar la intervención de la tarde.

A partir de ahí, los locales se sacudieron de ese dominio territorial del juego del Villaralbo y acabaron los últimos compases del primer tiempo jugando en campo contrario. El propio Mikel lo intentó para el equipo de Antonio Casado, pero su remate desde fuera del área se escapó por encima de la portería.

La segunda mitad comenzó de la misma manera que la primera: con el Villaralbo más cerca de perforar la red de la portería local y con un Mirandés muy incómodo sobre el tapete e incapaz de generar ocasión alguna de gol. Y más se le complicó a la escuadra mirandesista cuando, en el minuto 50, los zamoranos se iban a adelantar en el marcador. Javi Ballesteros se aprovecharía de una defensa extremadamente blanda para hacerse en el interior del área con el balón y superar a Moussa con un toque sutil y hacer el primero del encuentro.

Tras el tanto, los visitantes se durmieron por completo del partido y empezaron a tocar a placer el balón y jugando a su antojo ante un Mirandés que se mostraba errático en el pase. Un Garban voluntarioso desequilibraba por el flanco izquierdo y volviendo loca a la defensa y generando espacios para sus compañeros.

El conjunto local intentó estirar líneas en busca de la igualada, pero no tenía su día. Éric y Mikel, los principales baluartes ofensivos de Antonio Casado, eran incapaces de desbordar y generar alguna oportunidad en ataque para los rojillos, que solo dispusieron, a balón parado, de opciones para haber igualado la contienda. En el minuto 75, una falta lateral botada por Javi, apareció Dani libre de marca para contactar un poderoso testarazo que se marchó ligeramente desviado.

El Villaralbo se sentía cómodo con el marcador a favor y no aprovechaba sus oportunidades para hacer sangre ante una zaga que dejaba espacios en su búsqueda por la igualada.

Ya cuando el partido agonizaba, también tuvo a balón parado su opción el conjunto zamorano con un lanzamiento de falta de Mato desde los 30 metros que se marchó rozando al palo de la portería defendida por Moussa y que podría haber supuesto el segundo tanto del partido. A punto estuvo de costarle caro a los visitantes el tiempo añadido cuando Mikel, desde el interior del área, conseguía contactar con Álvaro que, ligeramente escorado a la izquierda, remataba en posición franca, pero la defensa evitar el tanto del empate.

Los villaralbinos, que previamente habían movido el banquillo para parar el ritmo del partido, consiguieron sostener ese tirón final de los locales y sumar un merecido triunfo que les permite soñar con colarse entre los cuatro primeros y disputar el ascenso.