El Marca de Garantía Chorizo Zamorano se adjudicó el primer derbi de la temporada en Liga EBA frente el HiLED Queso Zamorano por un ajustado tanteo (74-73) en un emocionante choque del que disfrutaron cerca de 700 personas.

El derbi no defraudó a nadie. Contó con todos los ingredientes de un gran partido y, como guinda del pastel, contó con un final no apto para cardiacos que bien pudo acabar siendo favorable a cualquiera de los dos equipos.

Desde el comienzo, el Marca de Garantía Chorizo Zamorano llevó la iniciativa en el marcador amparado por las grandes actuaciones de Cid y Bosa, mostrándose más concentrado sobre la pista y jugando más colectivamente que un HiLED Queso Zamorano más frío, con fallos en el tiro y que acabó con una desventaja de doce puntos el primer parcial (22-10).

Con la seguridad de una renta superior a diez puntos, los de David Barrio iniciaron el segundo cuarto con buenas acciones y dos triples que ponían en jaque a su rival (30-13), situación que hizo reaccionar a los de Saulo Hernández que, del 33-19 que figuraba en el marcador a falta de cuatro minutos para el descanso pasaron a perder solo por cinco puntos (39-35) gracias al acierto de Lucas Vaquero y Solarin en la pintura y de un par de aciertos desde el perímetro de Adrover y Bartell.

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El auseto sentó mejor al Marca de Garantía Chorizo Zamorano, que con una buena defensa y varias buenas canastas en la pintura volvió a poner distancia en el luminoso (48-40),. pero el HiLED Queso Zamorano no tardó en tirar de su calidad individual para, guiado por Adrover y Hunter, volver a recortar diferencias. Una remontada que culminó Pep Toni desde la línea de tiros libres y que tuvo su reflejo en el tanteo con el que abrió el último parcial (53-56).

Con las espadas en todo lo alto, el periodo decisivo de partido resultó bello y tenso a partes iguales. El intercambio de canastas y errores abrió los últimos diez minutos donde, la seguridad en los lanzamientos de tiros libres por parte de los de Saulo Hernández era contrarrestado con un soberbio 3+1 de Mells, o un buen rebote y bandeja se Solarin recibía como contestación una gran jugada de Matt Don. Así, con 65-70 en el luminoso y a falta de dos minutos para el final, el Virgen de la Concha encontró en su base americano la forma de levar el partido a un último intenso minuto que se abrió con 70-70 en el marcador. 60 segundos en los que se vivió al máximo cada visita a la línea de personal, cada acierto y cada fallo. Un carrusel de tiros de uno en el que los del Virgen de la Concha acabaron llevándose el gato al agua, al fallar Tate el último tiro del partido (74-73)