La zamorana Saeta de Maestro consiguió ayer de forma más que brillante la clasificación para cuartos de final del Campeonato de España que se disputa en Nava del Rey con un rotundo éxito de participación y deportivo.

La galga del Club Viriato protagonizó la remontada de la jornada y se ha convertido, sin duda, en una de las favoritas al título, pero las grandes protagonistas ayer fueron las liebres, esas liebres míticas que la Cuesta de Los Picos cría. Ya el sábado por la tarde comenzaron a saltar las rabonas de enorme calidad de este verdadero "Rolland Garros" del deporte galguero, pero ayer, la cantidad del primer día se transformó en calidad para disfrute de los numerosos aficionados que acudieron al cazadero de Nava aunque en menor medida que en la primera jornada por ser día de caza.

Y quien hizo realidad la bravura de la liebres de Nava fue nuestra Saeta de Maestro, la perra del club Viriato que inició su camino en el Nacional el sábado con una decepcionante derrota ante la onubense Azahar en una liebre corta de 1´08´´ en la que sufrió un contratiempo de salida y ya no pudo alcanzar a su rival. Pero ayer sí tuvo tiempo para recuperarse la galga de Carlos Galache y tanto: 2´30´´ y 3´47´´ duraron sus dos carreras.

La victoria de Saeta tiene además un valor especial por la forma en que se desarrolló la primer liebre. Nada más soltar a las perras el traillero, la galga zamorana se estrelló literalmente contra la base de un poste del tendido eléctrico y quedó conmocionada durante unos segundos en los que toda la afición se quedó consternada esperando una grave lesión. Pero Saeta se repuso pronto y no dudó en engalgar de nuevo pese a que Azahara de El Casar de Escalona habría cobrado ya una enorme distancia en la persecución de la liebre.

La remontada de Saeta fue todo un espectáculo jadeado por el público. Y no solo logró alcanzar a su rival sino que tomó la iniciativa en la carrera y protagonizó toda una exhibición de codicia que terminaría por darle su primer punto pese a que Azahar fue la que cobró a la rabona.

La incógnita en el punto definitivo era la de saber de qué forma había acusado la perra el brutal topetazo que sufrió contra el poste de cemento. Y no solo demostró encontrarse en perfectas condiciones, sino que protagonizó junto a Azahar, una de las carreras que pasarán a ser legendarias en la historia de los casi cien campeonatos de España de galgos en campo. La perra que representaba al club El Gamonal de Huelva volvió a realizar una gran salida pero pronto, ambas rivales se alternaron en la persecución de la espectacular rabona durante casi cuatro minutos de enorme esfuerzo. Lo que comenzó siendo un sprint vertiginoso al galope terminó por convertirse en un agónico trote al límite del agotamiento para perros y liebre.

Y al final, cuando la liebre había regresado al lugar en el que fue levantada, se fue al perdedero: un tubo de canalización de aguas que bien conocía.

La respuesta no podía ser de otra manera y todos los miembros de la mano prorrumpieron en una cerrada ovación en honor de la liebre, de las perras y también, cómo no, de los jueces que protagonizaron toda una lección de cabalgada sobre un terreno muy embarrado en el que se jugaron durante casi cuatro minutos su integridad física y la de sus monturas.

Saeta fue la cuarta de las cuatro representantes de Castilla y León que logró superar los octavos de final, todo un éxito para los galgueros de nuestra comunidad autónoma. El sábado ya logró su billete Chalana de Mocejón (Astudillo) tras eliminar a Mora, del Club Morista sevillano.

Ona de Calzada inició ayer la competición con ventaja de un punto que logró el sábado en 1´35´´ sobre la toledana Campera de Triki. Ayer, la galga del SEG Oole de Valladolid, también ganó con autoridad, esta vez con 1´20´´.

Y la última collera en decidirse, cuando ya escaseaba la luz del día y comenzaba a llover, fue la que protagonizaron Giona de La Romera (Lebrel Segoviano) con la sevillana Envidiosa. La perra segoviana partía con un brillante punto del sábado, logrado en 2´42´´. Su duelo se reinició ayer con una primera liebre en la que los jueces mostraron los tres pañuelos amarillos que anularon la carrera por falta de apreciación. Luego, Envidiosa de la Sevillana reaccionó en una libre de muy difícil apreciación también, pero remató Giona llevándose la última carrera de la jornada.