La piloto española Laia Sanz (KTM) realizó un balance positivo del Dakar 2016, que finalizó en decimoquinta posición, pero lamentó todos los infortunios vividos en los últimos días -fiebre y un esguince de clavícula- que le impidieron terminar más arriba en la categoría de motos.

Sanz, que completó su sexto Dakar en otras tantas participaciones, fue la primera mujer en la general. "Antes de empezar hubiera firmado un resultado como éste, pero después de cómo ha ido todo creo que hubiera podido estar más adelante", reconoció la catalana.

Antes del estreno, Laia ya pronosticó su lugar en la tabla. "Terminar entre los 15 primeros es mi objetivo", dijo. "El nivel este año ha sido brutal, pero sobre todo porque ha sido una carrera muy rápida. Los días que hubo navegación vimos un Dakar distinto y con más etapas así habrían cambiado mucho las cosas. Eso me hace ser optimista porque sé que puedo estar más arriba", comentó la catalana que lamentó no mejorar el noveno puesto del pasado curso. Objetivo que se complicó cuando, en la novena etapa, una reclasificación por parte de la organización la hizo estar de 13 a 50 minutos de cabeza de carrera. Una actuación que Sanz consideró "injusta" y "decisiva", siendo imposible remontar "debido a las circunstancias".