El GCE Villaralbo sumó ayer su primer punto del año al firmar un amargo empate sin goles frente al Beroil Bupolsa. Un adversario que sacó un valioso punto de la Ciudad Deportiva Fernández García, donde apenas hizo méritos para ello.

Los de Diego Rojas demostraron ayer que no están en su mejor momento de la temporada. En parte, debido a las muchas bajas que arrastra en las últimas semanas; aunque también influye su actual mala relación con el gol. Ayer contó con hasta tres claras ocasiones, a menos de un metro de la portería rival, pero ni por esas consiguió llevar el balón a las mallas.

Con más de una duda arrancó el partido el bloque "azulón". Cometiendo, como su rival, fallos técnicos y permitiendo un partido con alternancia en el control del cuero. Una fase en la que se pudo ver al Beroil Bupolsa más atrevido, rondando la meta de Juanjo en un par de acciones a balón parado. Un descaro que fue disminuyendo hasta por desaparecer por completo cuando, pasado el minuto, el GCE Villaralbo dispuso de su primera ocasión clara de gol.

El primer aviso serio lo realizaron los locales en una bonita incursión de Gallego, que tras dejar a dos zagueros atrás, puso el balón para Javi Ballesteros en la frontal. El "9", en lugar de prolongar, trató de regatear y perdió el cuero en un clara superioridad numérica.

El ariete de Montamarta no tuvo su tarde, y eso lo notó su equipo. Con el GCE Villaralbo ya dominando el partido sin muchas preocupaciones en su área, el delantero marró dos nuevos remates antes de la media hora de juego. Ambos de cabeza, siendo el primero en el minuto 23 a la salida de un córner y desde el primer palo enviando el balón por encima del larguero; y el segundo, ya en el 29, en una buena jugada colectiva que finalizó cruzando en exceso el cuero.

Tampoco tuvieron su día el resto de sus compañeros, como Garbán, que con un tiro raso en el minuto 37 que rozó la cepa del poste cerró el capítulo de oportunidades en el primer acto. Pero, pese a los fallos, se esperaba que la insistencia tuviera su recompensa en el segundo acto.

Un premio al trabajo y a la constancia ofensiva que no acabó por llegar. Y eso que, en la segunda mitad, el GCE Villaralbo vivió casi permantentemente en cancha contraria, con Manu Arias como fiable seguro sobre la divisioria.

No tardó mucho en volver a probar fortuna el bloque de Rojas, que tuvo un nuevo remate de cabeza de Javi Ballesteros en la primera acción del segundo acto para adelantarse en el marcador. Un testarazo picado que, por desgracia, salió demasiado centrado y fácil para la parada de Alex.

El meta burgalés fue el gran protagonista de la reanudación. Sus intervenciones fueron el único mérito para puntuar de un Beroil Bupolsa al que salvó por centímetros en las dos ocasiones más claras de los visitantes. Dos envíos al área que acabaron estrellándose en el larguero tras tocarlos el guardameta. En el minuto 58, con una prodigiosa mano abajo con la que envió a la madera el saque de una falta que iba camino de entrar por el segundo palo tras botar en el área pequeña; y en el minuto 66, en una nueva acción de Javi Ballesteros, esta vez sobre la línea de fondo, que al dar el pase de la muerte estrelló el balón contra el portero y, en el rechace, contra el travesaño.

La inmediata amenaza de gol dejósin voluntad al Beroil Bupolsa para montar contragolpe alguno ante un GCE Villaralbo que buscó por las bandas entrar en la poblada defensa visitante. Una zaga que defendió con criterio a los "azulones", incapaces de rematar con cierto peligro en los minutos finales de un encuentro en el que el empate tuvo un sabor bien distinto para ambos equipos. Amargo para los hombres de Rojas, dominadores del duelo y autores de todas las ocasiones del envite; y dulce para un Beroil Bupolsa que sumó sin argumentar nada para conseguir su botín.