El RCD Espanyol y el FC Barcelona se verán las caras hoy en el Power8 Stadium -21.00 horas/Canal+Partidazo- en la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey, el tercer derbi catalán en once días y donde los blanquiazules intentarán remontar el 4-1 encajado en la ida en el Camp Nou, en un partido intenso con muchos incidentes tanto dentro del terreno de juego como tras el choque y que, en la previa, ambos conjuntos han intentado dejar atrás en un llamamiento a la calma. Hay varias incógnitas concernientes a este duelo antes de que empiece a rodar el balón. Una de ellas, sin duda, será ver cómo recibe el aficionado "perico" a ambos equipos y si se centran en animar a los suyos en busca de una remontada épica o si, todo lo contrario, intenta caldear un ambiente en busca de poner un escenario bélico donde proseguir lo sucedido en la ida.

De momento, tanto Luis Enrique como Constantin Galca, como desde el club blaugrana y en el club blanquiazul por boca de sus presidentes, se ha pedido calma. Se ha querido rebajar la tensión previa, se ha pedido que se olvide lo sucedido y que todo se centre en un partido de fútbol donde la incógnita deportiva es si el Espanyol podrá desplegar un juego que le lleve a luchar por la eliminatoria. El Barça, claro favorito por la renta que llevará a Cornellà, ya ha avisado de que irá a ganar de todos modos.

Las duras entradas, el pisotón de Pau López a Leo Messi -ya quíntuple ganador del Balón de Oro- y las muchas broncas entre el portero blanquiazul y Luis Suárez, que se perderá el partido por sanción por lo sucedido en el túnel de vestuarios tras el partido -cuando según el acta esperó a los rivales para amenazarles y provocarles-, o las dos expulsiones "pericas" dejan un rastro palpable de cierta agresividad que se ha querido borrar por ambas partes.

Una vez ruede el balón, una vez primer lo futbolístico, habrá que ver si el Espanyol tiene argumentos para luchar por dar emoción a una eliminatoria que de momento está claramente basculada hacia el lado blaugrana. Que la sangre no llegue al río dependerá de ambos lados. Que se cumplan las palabras previas de tender un puente a la paz, también. De momento, ni Hernán Pérez ni Pape Diop en el Espanyol ni Luis Suárez en el Barça estarán, fruto de las sanciones de la ida. Así, Galca tendrá menos cartas que desplegar para intentar buscar la victoria. Su equipo viene de perder en Eibar (2-1) en la última jornada de la Liga BBVA, una derrota donde volvió a aflorar la falta de creatividad del equipo y que les dejó más cerca del descenso que de Europa. El propio técnico pide una mejora en el juego, e intentará que aflore ante un Barça al que, en Liga, ya demostraron poder poner contra las cuerdas.

Por contra, Luis Enrique sí vio a su equipo desconectar del "chip Copa" ante el Granada (4-0) y afronta este duelo, el primero en el que estrena su condición de mejor entrenador del 2015 tras hacerse con el Balón de Oro este lunes, con la confianza del resultado de la ida. Puede que haga rotaciones, pero él mismo negó que vaya a rotar al equipo en función del entorno o de las críticas recibidas por ciertos jugadores, como Piqué, por parte de la afición "perica". No estará Suárez, por sanción, y será una nueva ocasión para que Arda Turan y Aleix Vidal, que debutaron en el partido de ida, sigan cogiendo minutos para integrarse cuanto antes en el equipo. Quedan 90 minutos, salvo prórroga, de una eliminatoria que empezó muy caliente, al más puro estilo de los derbis de antaño, y del que solo saldrá un cuartofinalista. El próximo derbi, después de tres casi seguidos, será ya en mayo en la penúltima jornada de la Liga.