Sin un motivo especial, el concejal de Deportes de Zamora, Manuel A. Alonso, amenazó a los miembros del Club Zamorano de Boxeo con expulsarlos de las instalaciones que utilizan en la Ciudad Deportiva tras una reunión en la que los boxeadores zamoranos tan solo pidieron a la concejalía que se abriese una puerta que comunica el local que utilizan para sus entrenamientos con el gimnasio.

El presidente del club, Miguel Prieto "Miguelete" y el delegado provincial, Angel Hernández, solicitaron una reunión a Manuel Alonso para plantearle la posibilidad de que la puerta señalada permaneciese abierta durante el tiempo de entrenamientos de los boxeadores para evitar así tener que realizar un largo recorrido para entrar y salir del gimnasio que utilizan también habitualmente.

El concejal de Deportes, acudió a la reunión acompañado por dos funcionarios: el gerente de Deportes y el encargado de mantenimiento de la Ciudad Deportiva. Según han declarado los dirigentes del club a este periódico, la primera reacción del edil, antes de interesarse por el problema de los boxeadores, fue preguntarles si el club estaba al corriente del pago de las cuotas por utilizar las instalaciones.

El Club Zamorano de Boxeo paga religiosamente sus cuotas desde hace más de veinte años en los que ha reportado a las arcas municipales cerca de 40.000 euros, según sus responsables. Manuel Alonso continuó su interrogatorio exponiendo su "animadversión hacia la práctica del boxeo" y a continuación, ante el asombro de los boxeadores, explicó que no le interesaba "la promoción y defensa del deporte, sino los derechos laborales de los trabajadores sindicados que prestan sus servicios en la plantilla de la Ciudad Deportiva", según han transmitido a este periódico los representantes del club y la delegación provincial.

Ante el asombro de los deportistas, Manuel Alonso continuó acusándoles de que "en alguna ocasión, trabajadores sindicados de la Ciudad Deportiva se le han quejado de que algún deportista del Club Zamorano de Boxeo ha salido del vestuario cinco minutos más tarde de la hora convenida para el cierre de las instalaciones, lo que supone un quebranto importante de los derechos de los referidos trabajadores y que el club es el responsable de esta circunstancia", añade la nota remitida a este periódico. La recambolesca conversación continuó con la lógica respuesta de los boxeadores que aconsejaron al edil que "actúen a título personal contra quien contravenga los horarios y le sancionen si procede, de manera individual", al tiempo que recordaron al concejal que el club tiene derecho a utilizar el Pabellón desde las 21.00 a las 22.00 horas, cuando muchos días la instalación está ocupada por los que la utilizan anteriormente hasta las 21.15, lo que han denunciado los boxeadores ante los trabajadores de la Concejalía que les han aconsejado "que los desalojen ellos, que ese no es su trabajo".

Los representantes del boxeo zamorano señalan asimismo que Manuel Alonso "dejó muy claro que hablaba en representación de Izquierda Unida y del Ayuntamiento de Zamora" y concluyó que la mejor solución sería "desalojar" al club de las instalaciones que pagan religiosamente desde hace 20 años.

Los boxeadores desconocen si el concejal cumplirá finalmente su amenaza al tiempo que siguen perplejos ante el trato recibido por un colectivo que nunca ha tenido ningún problema con la Concejalía.