Paco Jémez, técnico del Rayo Vallecano, fue crítico con el arbitraje recibido en el estadio Santiago Bernabéu y afirmó que se sienten "pisoteados y humillados" por las dos expulsiones que permitieron la remontada blanca y la goleada por 10-2.

"Hacía mucho tiempo que no veía algo tan esperpéntico y vergonzoso como lo que he presenciado en el campo, que no beneficia al Real Madrid, ni a nosotros, ni al fútbol español ni al estamento arbitral", criticó.

"Hemos perdido con nuestro fútbol pero nos sentimos pisoteados y humillados. Estoy orgulloso de mi equipo, ha jugado muy bien y no ha hincado la rodilla. Espero que no se repita esto que hace mucho daño a todos. Apoyo a mis jugadores que han hecho un gran esfuerzo a pesar de todo y, ahora, es difícil consolarles porque se sienten pisoteados", añadió.

No quiso aclarar Paco las jugadas que provocan su dura crítica, si fue la expulsión de Tito o la de Raúl Baena con un penalti. "Todo lo considero injusto" y dejó claro que controló su enfado y evitó hablar con el colegiado.

"El partido ha durado lo que hemos tardado en perder dos jugadores y encajar goles. Quedarte con uno menos era definitivo pero con dos es un asesinato. No hay manera de aguantar eso. El partido ya se había puesto complicado y feo. Con once habría sido mucho más bonito para todos", dijo.

No admitió el técnico del Rayo que la entrada de Tito a Kroos con 1-2 en el marcador era merecedora de roja directa. "Es un lance del juego, no creo que Tito quisiese hacer esa entrada, no es mal intencionado. No le puedo achacar al jugador nada ni culparle".

Paco encontró a su vestuario roto tras encajar diez goles."No sé si los aficionados del Madrid lo habran pasado bien pero la mayoría de la gente no estábamos a gusto, sin saber explicar lo pasado. Entras en el vestuario y ves a tíos como castillos llorando. Da pena ver profesionales que se preparan para esto y por circunstancias raras han podido disfrutar poco rato porque algo que no está dentro del raciocinio lo ha impedido", manifestó.