Al término del encuentro de ayer en Nava de la Asunción, Iñaki Gómez hizo de portavoz de la expedición zamorana para confesar el sabor agridulce con el que se había quedado el equipo tras el empate en tierras segovianas (22-22) ya que recordaba que tuvieron la victoria en su mano pero "la bola no quiso entrar". El jugador del MMT Seguros también lamentó el hecho de "no haber matado el partido cuando pudimos" como ocurrió en la primera parte cuando se pusieron 1-4, aunque luego tuvieron que sobreponerse a numerosas exclusiones.

No obstante, el jugador del Balonmano Zamora sí admitía que se había conseguido un punto que se puede dar por bueno porque "es una pista difícil entre dos equipos que nos conocemos muy bien" y recordó que además de las veces en las que se han enfrentado a lo largo de los años, los segovianos cuentan ahora en sus filas con dos expistachos como son Alberto Miranda e Isma Juárez con los que pudieron reencontrarse.

Por lo que se refiere al juego mostrado, Iñaki Gómez explicó que en ataque no se estuvo tan fluido como en ocasiones anteriores, aunque la defensa sí se mostró férrea. Por último, y a pesar de la intensidad que se vivió, Iñaki destacó que en el encuentro primó la deportividad.

Ahora los zamoranos solo piensan en hacer bueno este empate e intentar lograr los triunfos en sus dos próximos compromisos. El primero será ante La Roca, con el que ya se midieron en Copa del Rey, y después visitarán al Juanfersa de Gijón.