Ahora que volvió Bond, es momento de analizar el fútbol al estilo Bond (si puede ser con un Vodka-Martini). El célebre espía es célebre por muchos dichos, imágenes y "utensilios". Léase: su forma de presentarse, con el apellido primero para proseguir con el nombre y, tras una pausa con suspense, concluir: Bond..., James Bond; es reconocible también cuando muestra su Aston Martin o por la forma de pedir su Martini... Muchos detalles. Pero hay un par que quizás aún tengan una mayor presencia en el disco duro del personal: la canción (la de "Spectre" no pasará a la historia) y la primera escena, que suele ser todo un torbellino de acción. En "Spectre", Bond recorre azoteas, se sube a un helicóptero, se da una manta de palos con viajero y piloto, y acaba con tal "fogonazo" que derrumba un edificio, pero él termina sentado en un sofá. Y lo más importante: con la camisa impoluta y sin que se le haya movido un pelo.

Al Madrid le ocurre lo mismo cada vez que encaja un gol, pero sin los resultados de Bond, que gana la batalla. Los merengues salen impolutos, pero derrotados a "raspando" la derrota. Ocurrió el otro día en la Liga de Campeones, que, tras un 0-4, casi acaba en drama en diez minutos o así, tiempo en el que le clavaron tres goles. Se fueron limpios como una patena, sin despeinarse.

No hace falta que sea un equipo de correr y "patadón p'alante", pero tampoco que les entre tal dejadez que se abandone, como si tuviera un "colocón" táctico. Algo tendrá que ver y decir Nítez (Be-Nítez) para que esto ocurra y deje de ocurrir. Seguramente tendrá que cambiar de sistema de trabajo, dejar de tomar notas a bolígrafo y utilizar un "utensilio" de los que le fabrican a 007 para su defensa en plena acción.

En resumen, espabilar y a por todas. Es momento de dar un golpe al "guaysmo", ese tostón de tratado de "gran fútbol" de algún rival e ir a por los títulos. Aparcamos lo de Éibar a la espera de que a Benítez le llegue un cargamento de armas tipo Bond, siente el bolígrafo en el banquillo y no se líen él y nuestro Bond (James, nunca Yeims).