Bajo una soleda pero fría mañana y rodeados por un gran número de aficionados al motor, los coches tomaron en la mañana de ayer el Polígono del Aeródromo de Coreses con la disputa de la Gymkhana Ciudad de Zamora, última cita de la temporada organizada por el Automovil Club Zamora.

La proximidad de las fechas navideñas y el final de año se dejaron notar en la parrilla, bajando de la habitual treintena de pilotos a cerca de unos veinte valientes que, pese a todo, ofrecieron un espectáculo a la altura de lo esperado con sus vehículos por un asfalto en condiciones optimas para el pilotaje.

La mañana arrancó bien pronto, con las sesiones de reconocimiento y los entrenamientos, para dar comienzo la competición a partir de las 12.00 horas con ya un ambiente festivo propio de las grandes citas.

La carrera contó, como siempre, con velocidad y emoción. Trompos, olor a gasolina y a neumático quemado, adrenalina y buen humor para una sesión en la que dominaron los conductores zamoranos en las categorías para federados y que pone el fin a una completa y satisfactoria temporada de 2015.