El entrenador del Queso El Pastor, Lucas Fernández, se mostró contrariado por que el esfuerzo realizado por sus jugadoras no tuviera ayer tampoco una justa recompensa: "El equipo entró en el partido con un nivel defensivo óptimo. En el primer cuarto, en el que ambos equipos mantuvieron líneas de presión altas, no se anotó con fluidez. Pero esa entrada nos permitió conseguir una pequeña ventaja en el segundo cuarto que no pudimos estirar más porque ellas respondieron bien volviendo al partido. Llegado el medio tiempo y con el partido igualado, mantuvimos el nivel de esfuerzo, a veces no recompensado con el acierto o con segundos esfuerzos defensivos. Y creamos muchas situaciones de balance defensivo de ellas, nos atacaron muy bien y fueron pacientes para castigarnos con su presión durante los 40 minutos". En el último cuarto "no nos permitieron entrar de nuevo en el partido -explicó el técnico manchego-, tuvimos un empuje y deseo mayor que la claridad necesaria, y tuvimos que lamentar un golpe de Sandra Pirsic que nos impidió seguir jugando con ella". Lucas Fernández destacó asimismo "la aportación de Nuria Mateos para dar refresco a las exteriores" y reconoció que vivía una "situación agridulce: ellas son justas ganadoras pero el resultado final no hace reflejo del esfuerzo que hemos puesto en la pista". "Ahora tenemos un tiempo por delante para descansar y después de nueve primeros partidos, quiero destacar esa ambición y ese deseo de ganar que permanece en las jugadoras intacto", concluyó.