En el partido de apoyo al jugador local Miguel al que se le ha detectado una leucemia, el árbitro quiso ser el protagonista. Salieron los blanquiazules más metidos en el partido, a pesar de contar con varias bajas en sus filas, pero el "plus" que le daba el querer ofrecer lo mejor por su compañero hacía que en apenas 8 minutos de juego se viesen con una desventaja de dos goles. La reacción de los de Coomonte fue rápida y desde ese momento ya llevaron todo el peso del partido. Primero Yayo y poco después Ángel y Kiko, daban antes del descanso la vuelta al marcador.

El momento clave del partido estuvo el penalti que era señalado sobre Ángel (a todas luces inexistente) que además fue marrado por el mismo jugador y un par de minutos después se repetía la historia en la otra portería: otra pena máxima que solo vería el colegiado, pero esta vez Javi, sí conseguía marcar y reestablecer el empate. Rápidamente el jugador en la celebración se aceraba al banquillo y recogía una camiseta con la leyenda "Animo Miguel. Estamos Contigo" y el colegiado le mostraba una cartulina amarilla, que pocos minutos después se convertirá en roja al no tener bien puesto el peto en banquillo. Un exceso de celo que convertía al colegiado en triste protagonista de los minutos finales, expulsando también a un jugador del Atco. Benavente, Santi, por no pasar el esférico a un adversario para sacar un córner. Algo surrealista. Lo mejor del partido, fue la espectacular jugada que se marcaba Ángel, al marchase de todos los rivales y dar el pase definido a Lucas que, en el segundo palo, finalizaba uno de los mejores goles en mucho tiempo para los blanquiazules.

El gol del empate definitivo llegó a falta de solo un minuto de un doble penalti y después de haber aguantado con uno menos por expulsión de Santi.

Los cadetes caen 3-1

Después de una primera parte muy igualada con reparto de ocasiones era Fran el que ponía en ventaja a los benaventanos antes del descanso. La mejoría del juego por parte de los locales fue clara en la segunda parte y dos goles en apenas cinco minutos daban la vuelta al marcador. El técnico benaventano Macías hacía jugar a falta de cinco minutos a su equipo "de cinco", con intención de remontar, pero en esta ocasión solo le valdría para encajar un gol más.