Iker Casillas, capitán de la selección española y actual guardameta del Oporto luso, recibió ayer en el Palacio de La Moncloa, de manos de Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo, que dedicó especialmente a su esposa Sara Carbonero y a su hijo Martín. Se trata de la máxima condecoración a título individual en el mundo del deporte que concede el Gobierno español por medio del Consejo Superior de Deportes (CSD). También se le ha concedido este galardón al exbarcelonista Xavi Hernández, que actualmente milita en el Al Sadd catarí tras salir del club azulgrana, y al que se le hará entrega de la distinción próximamente en Catar, en una fecha aún por decidir, al no poder estar en España. Ambos futbolistas ya recibieron el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes en 2012, después de que formaran parte de la selección española que lo logró en 2010 tras ganar el Mundial en Sudáfrica.

Iker Casillas, que quedará concentrado hoy en Las Rozas con la selección nacional para los partidos contra Inglaterra en Alicante y Bélgica en Bruselas, aseguró que para él esta condecoración era "algo muy especial" que recordará toda su vida. El guardameta madrileño dedicó la Gran Cruz "a las personas -dijo- que han confiado en mí a lo largo de toda mi carrera, y especialmente a mi esposa Sara y a mi hijo Martín. Espero que me recuerden no solo por los éxitos deportivos", aseguró el exmadridista, quien desea "seguir dando muchas alegrías" a los seguidores de su equipo y de la selección española.

Mariano Rajoy señaló que todo el mundo sabe "por qué el Gobierno español le ha condecorado" e hizo un resumen de la dilatada trayectoria del futbolista, en la que repasó sus logros deportivos. "Es uno de los deportistas más laureados y más queridos de la historia del deporte español", aseguró. El presidente se detuvo en su larga etapa en el Real Madrid, con tres Ligas de Campeones, y en la selección española, con la que ganó las Eurocopas de 2008 y 2012 y el Mundial de Sudáfrica 2010.