El GCE Villaralbo no baja el pistón. El cuadro de Diego Rojas hizo una nueva muesca en su revólver para consolidarse en las posiciones de play-off de ascenso, donde se encuentra de forma provisional, a la espera de que finalice la jornada. Su pegada dejó su visita al terreno de juego del Burgos Promesas vista para sentencia en tan solo cinco minutos, los últimos del primer acto, cuando fueron capaces de noquear por completo a su rival con tres tantos en un abrir y cerrar de ojos. Con la de ayer, los azulones acumulan ya siete jornadas consecutivas puntuando, haciendo gala de su potencial ofensivo y sustentado por una retaguardia que tan solo ha encajado una diana en este periodo de tiempo.

Muy pronto avisaron los eléctricos de sus intenciones. Corría el minuto 6 cuando Javi Ballesteros, que puso en jaque a la zaga local todo el choque, se llevó un balón por fuerza por el centro del área, aunque su disparo, blando y centrado, lo detuvo sin problemas Marco. Y Conde no estuvo fino para empujar el rechace al fondo de las mallas.

El Promesas no daba con la tecla. Se veía claramente superado por el Villaralbo en la zona ancha y su técnico se vio obligado a introducir una variación táctica para taponar la vía de agua. A partir de ese momento los locales se estiraron un poco más. Marcos botó con potencia una falta desde 25 metros que no encontró la portería por muy poco. Y acto seguido, en el minuto 24, el colegiado anuló por previo fuera de juego un gol de Pekas, que había recibido un buen pase interior de Soto.

El Villaralbo pudo adelantarse en el marcador dos minutos después en una falta lateral botada por Villa en la que Vilarchao, libre de marca en el segundo palo y con todo a su favor, cruzó demasiado el esférico. En pleno intercambio de golpes los burgaleses una buena internada de Marti por la izquierda concluyó con un cabezazo de Juan que se marchó ligeramente desviado. Y poco después Soto "pinchó" a la perfección un centro desde la derecha, pero se llenó de balón y solo en el área chica, no acertó con su remate a la media vuelta.

Perdonó y lo pagó caro el cuadro naranja. Y es que en el minuto 40 el Villaralbo abrió la lata en un perfecto servicio de Villa por encima de la zaga que recogió Gallego, quien con frialdad encaró a Marco para batirle con un sutil disparo cruzado junto a la base del poste. Sin tiempo para que los burgaleses se repusieran del varapalo los zamoranos golpearon de nuevo. En esta ocasión tras una apertura de Conde sobre Javi Ballesteros, que puso un balón desde la derecha al corazón del área. Allí lo despejó Dani Burgos. El esférico lo recogió Garbán en la corona del área. Con un perfecto chut de rosca lo puso fuera del alcance de Marco.

Y por si fuera poco, el castigo fue todavía mayor, pues en el 45 el Villaralbo lanzó una contra de manual desde campo propio que Javi Ballesteros, con mucha frialdad, aprovechó para abrir su cuenta particular con un disparo cruzado desde el área chica.

Con el duelo completamente cuesta arriba los locales dieron un paso adelante y trataron de equilibrar las fuerzas en la medular. Pero el Villaralbo, que se dedicó a nadar y guardar la ropa, pudo incrementar su ventaja en salidas al contragolpe.

La primera de ellas se produjo en el 60 en una arrancada de Javi Ballesteros desde campo propio. Ganó la partida a su par por potencia y su derechazo en plena carrera fue desviado lo suficiente por el meta burgalés para que el esférico se estrellara en la parte superior del larguero.

En la siguiente, tras un saque de esquinas del Promesas, Villa combinó con Conde por la banda derecha. Ganó la línea de fondo y su servicio al punto de penalti fue rematado al fondo de las mallas por Javi Ballesteros. El encuentro estaba completamente muerto, por lo que el preparador burgalés del Villaralbo (que volvía a la que había sido su casa hace varias temporadas) optó por refrescar a su equipo agotando los tres cambios.

Ya en el 87 pudieron los villaralbinos redondear la faena en una volea picada de Villa que se estrelló en el poste izquierdo de la meta defendida por Marco, pero el 0-4 no se movió.