Decía el escritor francés François de la Rochefoucauld, un genio de las máximas, que nadie se enamoraría si nunca hubiese oído hablar del amor. Creo que los últimos visitantes del Camp Nou han seguido esta máxima y compiten contra el Barça como si nunca hubieran oído que el equipo de Luis Enrique es intratable en su estadio. Pero una cosa es no enamorarse cuando nunca se ha oído hablar del amor y otra muy diferente puntuar en el Camp Nou cuando se finge no haber oído jamás que noventa minutos en el Camp Nou son bastante más largos que los famosos "noventa minuti molto longo en el Bernabéu" teorizados por Juanito. El Éibar hizo un buen partido ante el Barça, quizás tan bueno como el del Rayo Vallecano cuando perdió 5-2 sin que nadie supiera muy bien cómo, pero el resultado fue el de casi siempre: una derrota de esas que llaman "dulces" y que llenan de orgullo a los entrenadores en las ruedas de prensa. Una derrota es una derrota, es cierto. Pero a este paso se va extender el rumor de que el Barça no es invencible en su casa y pronto llegará un Dépor, un Sporting o un Betis que no se limite a asustar a los culés adelantándose en el marcador, sino que nos amargará la tarde y el campeonato de Liga.

Hasta no hace demasiado tiempo, los rivales del Barça en el Camp Nou se limitaban a seguir el consejo que el guapo por fuera y agrio por dentro Daniel Craig da al actor que quiera sucederle en el cargo de James Bond con licencia para matar: "No la cagues". Así, a fuerza de no querer cagarla, casi todos los equipos la cagaban cuando visitaban el estadio del Barça. Pero algo ha cambiado esta temporada. Ni Rayo Vallecano ni Éibar se presentaron en el Camp Nou con intención de "no cagarla", sino con ganas de complicar la vida a un equipo acostumbrado a que pocos le tosan en casa. Puede que sea la plaga de lesiones en el centro del campo, o la ausencia de Messi, o las pertinaces dudas en la defensa, pero resulta que ahora todos los equipos insisten en no enamorarse de la derrota en el Camp Nou y en jugar como si nunca hubieran oído hablar con miedo de los "noventa minuti" en el Camp Nou. Habrá que pedir al Real Madrid que nos preste el espíritu de Juanito.