Valentino Rossi y Jorge Lorenzo, ambos pilotos de Yamaha, protagonizan este fin de semana en el circuito australiano de la isla de Phillip Island, en el sur del Pacífico, una nueva batalla en la guerra deportiva que ambos dirimen por el título mundial de MotoGP de 2015.

Rossi llega a Australia con la moral crecida tras derrotar a Lorenzo en Motegi, en donde la lluvia le volvió a jugar una mala pasada al español, quien dominó a placer la primera mitad de la carrera y espera poder lograr una victoria que retrase el alirón de su compañero de equipo.