El GCE Villaralbo sumó tres nuevos puntos ayer al derrotar en su campo a la Cebrereña con goles de Villa y Gallego en un partido en el que los jugadores de Diego Rojas tuvieron que esforzarse para derrotar a un adversario que hizo su mejor juego cuando ya era demasiado tarde.

La contienda entre zamoranos y abulenses se presumía entretenida y vibrante. Ambos equipos llegaban al choque con nueve puntos tras firmar un buen inicio de temporada y de ellos dependía dar un nuevo paso para confirmarse como uno de los equipos "revelación" de este comienzo de temporada.

Esa voluntad de seguir creciendo la tuvo, principalmente, el plantel villaralbino. Porque si bien los dos onces titubearon y se mostraron bastante tibios durante los primeros minutos, fueron los locales los que paulatinamente se apoderaron de la pelota y trataron de imponer su juego.

El GCE Villaralbo tocaba el balón con buen trato y buscaba penetrar las filas de una Cebrereña bien plantada atrás y que apostaba por crear riesgo con pocos efectivos en ataque. Sin embargo, apenas hubo peligro en las áreas en el primer cuarto de hora.

Un periodo al que, curiosamente, se puso fin con una ocasión visitante. Y es que, pese al buen hacer azulón, la primera del partido estuvo en botas de Terleira, quien a la media vuelta y desde fuera del área hizo intervenir a Viti para enviar el cuero a córner. Eso sí, el fútbol fue justo esta vez y acto seguido llegó el 1-0.

Lo hizo en una buena jugada de los zamoranos, que encontraron a Javi Ballesteros en banda para profundizar e intentar centrar desde la línea de fondo. Su envío lo cortó la defensa pero el balón, suelto en el pico del área, cayó a los pies de Villa que no se lo pensó dos veces. Zapatazo tremendo con el exterior para colocar el balón en la escuadra del segundo palo para sorpresa de la zaga abulense e imposibilidad de un meta que adornó aún más el tanto con su estirada.

El gol hizo más precavida a la Cebrereña y más fuerte a un GCE Villaralbo que acumuló varias ocasiones para ampliar su cuenta durante el resto del primer acto. Algunas tan claras como un cabezazo desviado de Javi Ballesteros en boca de gol o un buen remate de Gallego tras una buena jugada por banda.

Los zamoranos dominaron pero perdonaron, y pudieron pagarlo caro justo antes del descanso. Terleira, el más activo de su equipo, probó fortuna de lejos y luego anotó en claro fuera de juego. Dos acciones que, pese a no alterar el tanteo, daban aviso de lo que sería una segunda parte muy intensa.

El presagio de igualdad y lucha se cumplió desde el primer minuto de la reanudación. La Cebrereña estiró líneas y puso a prueba a Viti, que estuvo muy afortunado en la tarde de ayer. Primero porque tuvo la suerte de ver como el palo repelía el disparo de Vicente en el minuto 48, y después para realizar paradas de gran mérito.

El meta local y el buen hacer de su defensa resultó tan importante para los de Diego Rojas como el hecho de fabricar su mejor jugada cuando peor lo estaban pasando. Sucedió en el minuto 56, cuando el balón fue, de pase en pase, desde la banda derecha a la izquierda, para acabar dejando Garbán solo y algo escorado a un Gallego que fusiló al meta visitante con un disparo lleno de potencia.

Con el 2-0, la Cebrereña despertó. Los abulenses se fueron arriba y comenzaron a crear ocasiones frente a un GCE Villaralbo más preocupado de defender con el balón en los pies. Un escenario en el que los "azulones" tuvieron dos contragolpes para matar definitivamente el partido, ambos protagonizados por un Javi Ballesteros poco inspirado, pero en el que también sufrieron para no ver su ventaja reducida.

Ocasiones para lograr un mejor resultado tuvo la Cebrereña pero le faltó puntería para superar a un Viti espléndido que hizo inmóvil un 2-0 que premió el mayor trabajo y calidad que mostró ayer el GCE Villaralbo sobre el campo en una actuación sólida que redondeó en dos zarpazos.