El GCE Villaralbo consiguió ayer sacarse la espina de su eliminación en la Copa Federación a manos del Ciudad Rodrigo, al que vención en el Francisco Mateos en un encuentro cargado de tensión que decidió la calidad de Javi Ballesteros (0-2). Un choque en el que jugadores, público y árbitro interactuaron desde el principio de la tarde, con todos los locales esperando que el cuadro salmantino repitiera la goleada que endosó a los "azulones" en el torneo copero.

El primer tiempo comenzó otorgando a los locales dos oportunidades de gol. Maza lanzó a portería, pero un hábil Juanjo salvó a su equipo de inmediato de una manifiesta ocasión de gol. La segunda fue la intentona de Pando, esta vez lanzada fuera de portería.

Los de Villaralbo, por su parte, esperaron hasta el minuto quince para hacer su primer disparo a puerta, que también resultó fallido. Un tiro que sirvió de prólogo a un cambio de rumbo en el partido, con el GCE Villaralbo mandando en el césped y aspirando a lograrlo en el marcador.

Tuvo que esperar, sin embargo, el cuadro de Rojas hasta el minuto 32. Momento en el que Javi Ballesteros marcaría su primer gol de la contienda. Ni sin antes haber visto como en un par de acciones previas el seguro guardameta mirobrigense, Manu, desbarataba sus planes. Pero, como acostumbra a decir el refranero, a la tercera fue la vencida.

El fin de la primera parte trajo consigo numerosas ocasiones al Ciudad Rodrigo para finalmente acabar figurando con un 0-1 a favor del GCE Villaralbo.

Ya en la segunda parte, el equipo mirobrigense demostró regresar dispuesto a revolucionar el duelo. Pero su fuerza duró hasta que los "azulones" consiguieron batir por segunda vez su portería.

Ballesteros regaló a su afición un tanto decisivo cuando corría el minuto cincuenta, aprovechando que estaba solo dentro del área y encontrándose un balón que venía de la banda derecha para finalmente enviar el cuero a la red. Un gol que puso fin al partido. Y es que, acto seguido, la expulsión del mirobrigense Esteban ponía cuesta arriba el duelo a los locales.

A partir de aquí, el enfado de jugadores y cuerpo técnico, quien durante todo el encuentro manifestó de manera visible su malestar con la actuación arbitral y con los técnicos del equipo oponente, centró los focos en una contienda que pudo registrar aún más goles. De la mano, obviamente, de Ballesteros, quien pudo redondear su gran actuación de domingo con un "hat trick" en el minuto setenta y nueve , aunque el poste impidió que se llevara ayer el balón una vez sonó el pitido final de una contienda en la que el de Montamarta marcó las diferencias.