En el FC Barcelona costará tiempo olvidar el varapalo que se llevó anoche de Balaídos, donde el equipo de moda en este inicio del temporada, el Celta, le dio una paliza de goles y fútbol (4-1), que aunque Luis Enrique ya advirtiese que podía pasar, no va a evitar que se rebajen las críticas.

El Barça ni marca ni defiende. Ya en la pretemporada, con goleadas y tantos de cabeza en contra, se intuía que algo no iba bien. Y, pese a que de haber tenido algo de puntería la delantera blaugrana ayer se hubiera perdido con un guarismo más discreto, algo en el equipo catalán no funciona. Y es más que evidente.

El Barcelona, que perdió el liderato en Balaídos tras cuatro jornadas invicto, hace semanas que evidencia un verdadero problema con el gol, tanto en su meta, como en la del rival.

En la propia, anoche fue la tercera vez que este curso encajó cuatro goles; contra el Sevilla en la final de la Supercopa de Europa (5-4), contra el Athletic Club en la idea de la Supercopa de España (4-0) y anoche contra el Celta (4-1).

Después de 18 jornadas sin perder en la Liga, tras caer por última vez el curso anterior en el Camp Nou contra el Málaga (0-1), el Barça no acaba de cerrar con firmeza su defensa, en la que desde que empezó la temporada no se ha mostrado nada sólido.

A la nueva lesión de Vermaelen se ha sumado la aparición esporádica sin continuidad de Bartra y el sancionado de larga duración (cuatro partidos) Gerard Piqué, quien anoche reapareció y no estuvo fino en dos goles. Tampoco han ayudado las bandas, donde las lesiones y molestias de Dani Alves y Jordi Alba también han privado a Luis Enrique de tener a su disposición el cuarteto titular del año pasado, junto a Marcherano, y adquirir confianza.

Más seguro parece el centro del campo, donde la tripleta "Rakitic-Busquets-Iniesta" se ha mostrado casi inamovible. a excepción de las rotaciones para que descansen, pero esta línea no ha acabado de brindar las ayudas necesarias para evitar que la defensa pase tantos apuros.

De igual modo le sucede a la delantera, aunque esta línea se ve afectada por dos carencias: poco trabajo defensivo y escaso acierto delante. El partido de anoche pone en evidencias a los tres indiscutibles de delante, Messi, Suárez y Neymar, quienes sólo marcaron un tanto de las claras ocasiones que tuvieron y, respecto a los tres delanteros del Celta, robaron un tercio de balones de los que capturaron del jugadores de Berizzo.

El acierto goleador es, al fin y al cabo, el gran problema que en realidad lastra al Barça, debido a que, a excepción del 4-1 que le endosó al Levante el domingo, con un doblete de Messi, pero con un penalti fallado, la suma de goles del resto de partidos (cinco) no encaja con las cifras que han hecho temibles a tanto al argentino como a sus socios en la ofensiva blaugrana. Disparos claros, jugadas de uno a uno contra el meta rival y otras acciones en las que lo más normal es el gol en las botas de los Messi, Suárez y Neymar han pasado a ser situaciones de errores que se encadenan sin parar, ocasionando ya a estas alturas de la Liga un grave problema para el Barcelona, pues sus notables atacantes han entrado en una dimensión de fallarlo casi todo, lo que explica por qué el Barcelona en cuatro partidos de Liga ha marcado sólo cinco tantos, a excepción de los cuatro del triunfo contra el Levante.

Un dato que es relevante es que en los cinco partidos que ha jugado el Barcelona en la Liga, ha sido incapaz de marcar un solo gol en la primera parte, mientras que en su portería, el joven Ter Stegen -cuya adelantada posición ya le ha jugado más de un disgusto- ha encajado 15 goles en los seis partidos que lleva jugados este curso. Anoche, sólo hizo una intervención de mérito, mientras que encajó cuatro goles -alguno con el alemán muy lejos de los palos una vez más-.

Otro dato es que el Barcelona la temporada pasada recibió su primer gol en la Liga cuando se cumplió la novena jornada, en que perdió 3-1 frente al Real Madrid. Antes, la meta de Claudio Bravo había quedado a cero en ocho jornadas.

Este sábado el Barcelona recibirá a Las Palmas en el Camp Nou (16:00 horas), ya como quinto clasificado, y con un único objetivo, como es el de engancharse a los goles para volver a ser el equipo que lo ganó todo el año pasado, aunque con vistas al importante partido de la semana que viene, frente al Bayer Leverkusen, es más que probable que vuelvan las rotaciones, como pasó el domingo anterior.