El Celta, con una primera parte primorosa que cerró con un 0-2 a su favor, confirmó en el Sánchez Pizjuán su gran arranque de temporada, en la que ya suma diez puntos tras vencer a los de Unai Emery por 1-2, marcador con el que se agrava la crisis de un Sevilla que aún no sabe lo que es ganar en la Liga BBVA.

Al equipo gallego le tocó sufrir en la segunda parte cuando el conjunto local pronto acortó distancias por mediación de Fernando Llorente, pero lo hizo con criterio ante un Sevilla que quiso pero nunca encontró las ideas claras, por lo que se queda con solo dos puntos en su casillero.

La formación visitante demostró su buen estado de forma desde el inicio y jugó con mucho desparpajo en busca de la meta de Sergio Rico, lo que descontroló al equipo que entrena Emery.

La superioridad del Celta en el centro del campo fue total y peligrosas sus continuas incursiones sobre el área local, lo que se tradujo en el 0-1 al cuarto de hora, en una jugada en la que Nolito demostró su clase y eficacia.

El gol no hizo mas que acrecentar la seguridad en su juego del cuadro gallego y las imprecisiones de los andaluces, desbordados por el rival.

El 0-2 llegó a los veinticinco minutos, obra de Daniel Wass, que corrió con sentido por todos los lados, y evidenció las muchas carencias defensivas del equipo hispalense, que acumulaba hasta cinco bajas en la zaga.

A esta circunstancia se sumó la lesión a la media hora de Vitolo, quien fue sustituido por el danés Michael Krohn-Dehli, céltico las tres últimas campañas.

El conjunto de Berizzo fue un vendaval de buen juego, al menos hasta el descanso, cuando la entrada de Llorente dio algo más de mordiente a un Sevilla en el que Gameiro se sintió muy solo arriba y Banega incapaz de conectar con sus compañeros, tanto en el primer acto, como en el esteril intento de remontada posterior.