El Atlético de Madrid volvió ayer al sendero de la victoria, tras caer en la última jornada contra el FC Barcelona, al derrocar la muralla de la SD Eibar (0-2) a base del descaro del internacional argentino Ángel Correa, que estimuló el juego del equipo rojiblanco y cocinó los tres puntos a fuego lento con un gol solo apto para genios y una asistencia al espacio para que Fernando Torres redondeara el marcador.