No se puede responder de mejor forma a un mal momento que con una victoria de prestigio. Ese y no otro fue el gran mérito del GCE Villaralbo en su visita a uno de los cocos del grupo, el Numancia B, candidato firme hace escasos dos meses al ascenso a la Segunda División B. Los azulones, que venían de caer derrotados por un doloroso y contundente 5-1 ante el Ciudad Rodrigo en la Copa Federación el pasado jueves, demostraron un coraje que a buen seguro les servirá, de volver a exhibirlo, para solventar la papeleta de la salvación en esta nueva temporada. Así, el equipo azulón vencía en la tarde del sábado al filial numantino gracias a los goles de Javi Ballesteros y Tejedor tras el descanso, aprovechando la expulsión de Duro. Los pupilos de Diego Rojas, quizá para olvidarse del cansancio acumulado en las últimas 48 horas o seguramente por el planteamiento dispuesto por el técnico, salieron a morder desde el minuto 1. El once que se antoja como clásico para este año inició el encuentro apabullando a su rival, un filial soriano que no se esperaba tal arreón visitante.

Con todo, el primer tiempo en líneas generales fue de máxima igualdad y equilibrio, con pugnas constantes en el medio campo y un tuteo agradable para el espectador que no se tradujo en goles hasta después del paso por vestuarios. El equipo eléctrico no quería verlas venir y dispuso de hasta dos ocasiones claras en el primer tiempo en jugadas de estrategia. Al otro lado del campo, el Numancia B no era menos y tanto Diego Abad como Roberto Simón amenazaban la portería defendida por Víctor.

El descanso podía dar otro aire a los sorianos. Pero lejos de cualquier realidad imaginada, el paso de los minutos dejó un mayor poso de tranquilidad y oficio al Villaralbo, que empezó a someter al filial numantino especialmente tras la segunda amarilla de Duro, que dejó a su equipo con 10.

Achuchaban los villaralbinos y Javi Ballesteros lograba el 0-1 aprovechando una fallo de los sorianos en la entrega, con el cuadro zamorano montando bien la contra, combinando y facilitando un balón al delantero que ante Guillermo definía con lógica. Antes, los locales tuvieron la más clara del partido en un balón por la banda al que no llega a despejar Vilarchao y el pase atrás de David Sanz lo empala Madrigal desde el punto de penalti, con toda la portrería para él y el meta vendido. Pero precisamente Víctor, estirando la pierna, lograba tocar con la punta de la bota el cuero y mandarlo a corner.

Al 0-1 le llegaría a renglón seguido el 0-2, la confirmación de los de Rojas. Nueva buena jugada trenzada de los azulones, empezando en medio campo y asistiendo al espacio a un Tejedor que entró bien por el medio, se escoró al vértice del área y la mandó por toda la escuadra derecha.

En un abrir y cerrar de ojos los villaralbinos sentenciaban un duelo que se presumía mucho más complicado. A los de Juan Carlos Moreno, con 20 minutos por delante, se les nubló la vista en ataque y nada pudieron hacer cuanto menos para recrudecer el duelo y reducir diferencias. Una sobriedad defensiva que tuvo premio mayor y que volverá a ponerse en juego en el derbi ante el Zamora de la próxima jornada.