El jugador del Rayo Vallecano Antonio Amaya, que el pasado martes fue multado por la Guardia Civil al conducir su vehículo a 234 kilómetros por hora, ha pedido este jueves "disculpas" por el incidente y, a través de una carta, ha mostrado su más "sincero arrepentimiento".

Con la carta publicada en la web del Rayo, y dirigida a su "familia, el club, los compañeros y todos los aficionados", Amaya ha querido expresar "sus disculpas y mostrar el más sincero arrepentimiento".

"Reconozco que hechos de este tipo no deben volver a repetirse nunca porque he puesto en peligro mi vida y la de otros conductores y no es desde luego un ejemplo de comportamiento cívico. Sé perfectamente que los jugadores de fútbol somos un espejo en el que muchos niños se miran y quisiera decirles que lo que ha ocurrido no tiene nada que ver con el fútbol. Es una conducta inapropiada y peligrosa y les pido que me perdonen", dice Amaya.

En su comunicado, Amaya lamenta la repercusión mediática que ha tenido su incidente porque "no es buen ejemplo para nadie".

"Me hubiera gustado que este hecho no hubiera tenido tanta repercusión mediática porque no es un buen ejemplo para nadie. Pediría públicamente que acontecimientos semejantes fueran en el futuro un poco mejor reservados por quienes los conocen para evitar dar publicidad a actitudes negativas y desafortunadas", comenta.

"Es deber y responsabilidad de los que los detectan y sancionan guardar y proteger la intimidad de los infractores dado que puede tener consecuencias incontrolables. No se trata de ocultar los delitos, pero sí evitar en lo posible la divulgación de los nombres de los responsables y los juicios paralelos que inevitablemente se producen", confiesa.

"Asumo mi responsabilidad y acataré la sanción que las autoridades me impongan y agradezco a todas las personas que me conocen el apoyo que me han brindado en estos momentos difíciles de los que soy el único responsable", concluyó.