Veintidós años después de las victorias de Massana y Bragado en los Mundiales de Stuttgart, el murciano Miguel Ángel López reanudó ayer en Pekín el idilio del atletismo español con la marcha al colgarse la medalla de oro en los 20 kilómetros, batiendo en los dos últimos al ídolo local, Zhen Wang, que conquistó la primera medalla asiática en la historia de los campeonatos en esta disciplina.

Campeón de Europa el pasado año en Zúrich y medallista de bronce en los Mundiales de Moscú 2013, López se ha consagrado como número uno mundial con 27 años al cabo de una progresión impecable a la que ha contribuido el estrecho control de la Agencia Mundial antidopaje sobre los rusos, ausentes en Pekín por ese motivo.

Los 61 andarines partieron del estadio a las 8.30 con 23 grados y un 78 por ciento de humedad. Los tres chinos -Chen, Cai y Wang- declararon abiertamente sus intenciones al ponerse en cabeza nada más oír el disparo y Miguel Ángel López se colocó a su espalda. Marchaban a 4:01 el kilómetro.

Rusia, primera potencia mundial con sus diez medallas, no estaba en carrera. Los problemas de dopaje aconsejaron a la federación rusa dejar a sus hombres en casa para evitar males mayores, de modo que la prueba se presentaba como una lucha entre el mundo latino, con López a la cabeza, y el asiático, que copaba los siete primeros puestos del ránking mundial del año.

Chen Ding, actual campeón olímpico, hizo un amago de escapada ya en el tercer kilómetro pero el primer grupo le redujo inmediatamente. Se cubrió el primer cuarto en 20:10.

El alemán Pohle, de 23 años, antiguo campeón mundial juvenil y europeo júnior, fue el primer fugado, en el quinto kilómetro, pero su aventura duró apenas siete minutos.

López dejaba maniobrar a los chinos, pegado a ellos. Dos años después de ganar un bronce en Moscú, el español, un atleta en plena madurez -27 años- volvía a la lucha por el podio acompañado por dos jóvenes, el extremeño Álvaro Martín, de 21, subcampeón de Europa sub-23, y el madrileño Diego García, flamante campeón de Europa júnior, de 19.

Los pulverizadores del circuito rociaban de agua a los marchadores para aliviar el calor. Los tres chinos continuaban al frente del grupo al paso por el ecuador de la prueba reduciéndose el grupo de favoritos a siete corredores.

Wang, bronce en Londres 2012, atacó en el kilómetro 13 y abrió hueco rápidamente. En segundo término quedaron su compatriota Caiy López.

Al paso por el kilómetro 15 (59:53), el español pegó un tirón violento que puso fuera de combate a Cai, víctima de espasmos estomacales.

López se fue hacia delante y cazó a Wang en el kilómetro 17 pero el chino, pese a llevar dos avisos, no se vino abajo. El murciano se concedió una tregua, marchando a rebufo, y un kilómetro después, lanzó un primer ataque, al que Wang, mirándolo directamente a la cara, respondió de inmediato y no cedió ni un milímetro.

Un par de minutos después, en el segundo arreón de López, el chino se rindió. El campeón de Europa se fue en busca de la coronación mundial y reconcilió a España con la marcha.