El Barcelona y el Sevilla dirimen hoy en un escenario exótico, Tfilis, la supremacía continental con la disputa de la Supercopa de Europa que mide al campeón de la Liga de Campeones con el ganador de la Europa League, un duelo donde los azulgranas, teóricos favoritos, buscan iniciar el camino hacia su segundo "sextete" ante un rival, con problemas en defensa, pero que ya les sorprendió hace nueve años.

En 2006, el conjunto hispalense, entonces entrenado por Juande Ramos, arrolló por 3-0 en Mónaco al conjunto que dirigía Frank Rijkaard, donde sobresalía la figura de Ronaldinho y empezaba a asomarse Leo Messi, que querrá tomarse la revancha de aquella afrenta.

El equipo andaluz no dio opciones aquella noche de agosto de la que no le quedan supervivientes, salvo Dani Alves y Adriano, ambos ahora en el bando rival. El Sevilla espera volver a alcanzar su mejor nivel para frenar a los de Luis Enrique en su deseo de repetir el espectacular carrusel de títulos de 2009 de Pep Guardiola y sumar su quinto entorchado en esta competición.

El Barça se planta en el Boris Paichadze como favorito pese a las dudas que ha ofrecido en su zaga durante pretemporada. La vuelta de Messi y el buen arranque de Suárez suponen una gran amenaza para los sevillistas, aunque el ataque catalán se ha visto mermado por la repentina e inesperada baja de Neymar por culpa de unas paperas.

A cambio, el Sevilla, que tampoco ha firmado una gran pretemporada, tiene un problema en el centro de la zaga. Sin Nico Pareja desde finales de la pasada temporada, el otro central titular, Daniel Carriço, se lesionó la semana pasada y luego una salmonelosis ha hecho estragos, provocando las más que probables ausencias de los dos elegidos para jugar: el polaco 'Kolo' y el francés Adil Rami. De este modo, Unai Emery tendrá que inventarse algo para intentar poner a su mal fario ante el campeón de Europa, al que nunca ha ganado en su carrera.

Sobre el césped se enfrentarán dos equipos con un estilo muy definido, pero donde el Barça también parte con ventaja porque pondrá un once de sobra conocido y, obligado por la sanción de la FIFA, sin retoques ya que ni Arda Turan ni Aleix Vidal podrán jugar. El catalán vivirá una situación similar a la de Ivan Rakitic, que no jugó la Supercopa del año pasado con el Sevilla por su fichaje por el equipo azulgrana.

Enfrente, lo contrario, una total renovación en el bando del campeón de la Europa League, que ha perdido alguna pieza clave como su goleador, Carlos Bacca, que se ha marchado al Milan, o el mencionado Vidal. Mantiene eso sí, a Emery, su "arquitecto", que ha tenido que trabajar a contrarreloj para ensamblar todos los fichajes que le ha traído Monchi para volver a estar en la pelea en un año marcado por el retorno a la 'Champions', aunque ante el campeón de Europa no parece que haya muchos de los nuevos.

La oportunidad de Pedro

Tras anotar una cifra récord de 122 goles y mostrarse claves para la consecución del segundo triplete de la historia del club, el primero en lograrlo en el mundo del fútbol, el FC Barcelona comenzará la "caza" del 'sextete' sin su afamado tridente, por la baja de un Neymar con paperas, que dejará toda la responsabilidad ofensiva a Leo Messi, sobre el que habrá especial atención del entramado defensivo de Emery, y de un Luis Suárez, que en la gira estadounidense se ha mostrado incisivo y fino sin la presencia de sus dos compañeros.

La ausencia del brasileño, un quebradero menos de cabeza para el Sevilla, permitirá la entrada de Pedro, el relevo para cualquier baja de la "MSN" y que está a vueltas con su futuro y una posible marcha al Manchester United, aunque el club haya insistido en quedarse con él por lo que se avecina en la campaña y la imposibilidad de contar con fichajes hasta enero.

El canario será la única gran novedad de un once donde también faltará el otro lesionado, Jordi Alba, reemplazado por el francés Jeremy Mathieu.

Por su parte, un virus ha provocado que Emery tenga que rediseñar todo lo que tenía preparado. Si no puede contar ni con "Kolo" ni con Rami, Krychowiak bajaría del centro del campo, donde es un jugador clave para la presión y el robo, para jugar de central seguramente junto a Coke, un jugador más acostumbrado al lateral.

Sin el polaco en el mediocampo, el técnico irundarra podría plantear un partido algo más conservador, con sólo un delantero arriba, Gameiro. Vitolo, Banega, Reyes, Iborra y Krohn-Dehli, uno de los pocos fichajes que podría estrenarse, parecen también fijos en un once más diseñado para resguardarse y cortocicuitar la posesión azulgrana de cara a contragolpear con efectividad.