De padres zamoranos, Jon García Aguado, que nació en Durango en 1977, empezó a ligar su vida al taekwondo a los ocho años cuando se instaló con sus padres en Zamora. Jon empezó en el mundo de este deporte "casi por obligación". Se define a sí mismo como "un chico muy nervioso", al que recomendaron una actividad física de este tipo para remediarlo. Llegó con tan solo ocho años al club zamorano Kang, donde estuvo hasta que con 18 le llegó la oportunidad de irse a Barcelona con una beca de la que pudo disfrutar durante 15 años. Tras toda una vida dedicada al taekwondo y sin haber dejado de estar unido a ello nunca, Jon dejó de competir hace aproximadamente un año.

-¿Cómo y cuándo empezó su afición por el taekwondo?

-Cuando llegué a Zamora con ocho años. De pequeño era un chico muy nervioso y los médicos recomendaron a mis padres que hiciera alguna actividad física de este tipo para poder controlarlos. Así que llegué a Zamora y empecé a dedicarme a ello en el Club Kang.

-¿Qué significa para usted el taekwondo?

-El taekwondo es un deporte muy espectacular que genera pasión y que tiene todos los requisitos para ser un deporte más fuerte de lo que es.

-¿Cómo ve la situación de este deporte en general?

-La verdad es que desde que yo empecé hasta ahora, la situación ha cambiado muchísimo. Actualmente hay muchas más competiciones y muchos más competidores. Hoy te encuentras con que hay casi 500 españoles en competiciones oficiales y cuando yo empecé no éramos ni la mitad.

-¿Y en Zamora en particular?

-Bien, también ha mejorado mucho. Un buen ejemplo es la escuela (Club Zamorano de Taekwondo) que abrí hace tres años. Al inicio la escuela contaba con tan solo dos alumnos y a los seis meses ya teníamos a 20. Hoy es el día en el que hay 200 practicantes. Además, entre los alumnos ya tenemos a la pequeña Aitana Romero Santos, que con tan solo once años ha sido tercera de Europa de su categoría en Turquía.

-¿A qué se le da más importancia en su escuela?

-Tratamos las dos vertientes: tanto la del taekwondo como deporte olímpico como la de arte marcial. Damos sobre todo mucha importancia al arte marcial porque ayuda mucho a los niños. En el Club Zamorano de Taekwondo están muy bien diferenciados la escuela y el rendimiento. A la vez que se trata de que los alumnos gocen de buenos valores y desarrollen las habilidades en artes marciales, tratamos también de que los practicantes puedan llegar a competir a nivel mundial como deporte olímpico.

-¿Quiénes son los que se encargan de ello?

-En la escuela contamos dos monitores muy bien preparados; Aran, que fue campeón de Castilla y León y que está muy bien formado en el deporte, y mi esposa Isis, que ha estado en dos mundiales, ha sido tercera en el Open Internacional de Clase A en Alemania y ha sido cinco veces campeona de México.

-¿Y usted, recuerda su primer triunfo?

-El primer título del que me acuerdo es el de campeón de Castilla y León.

-¿Un recuerdo especial?

-Tengo muchísimos recuerdos especiales pero recuerdo con especial ilusión el Campeonato de Europa que gané, las tres medallas mundiales, las clasificaciones y el diploma olímpico que conseguí. No sabría quedarme con uno solo.

-¿En qué ha cambiado su rutina desde que no compite?

-Cuando competía me levantaba a las 6.40 horas y a las siete ya estaba entrenando. Entrenaba hasta las nueve y me iba a la universidad a estudiar INEF. Comía, descansaba un poco y volvía a entrenar hasta las nueve de la noche. Así todos los días, de lunes a viernes y los sábados por las mañanas, además de viajes, concentraciones, competiciones, etcétera. Mi vida antes era 100% por y para el taekwondo. Ahora me dedico a mis proyectos y a mi escuela, el Club Zamorano de Taekwondo.

-¿No ha dejado de estar ligado al taekwondo nunca?

-No, me dedico a lo que me ha gustado siempre. Al finalizar la carrera hice un máster en Gestión Deportiva y tras hacer las prácticas en California, me inicié en el proyecto Evolución Sport Taekwondo, que tardó dos años en salir a la luz y del que me encargué de llevar los temas de gestión. Y además del Club Zamorano de Taekwondo, también tengo otra empresa de material deportivo.

-Hábleme de Evolución Sport.

-Se trata de un programa informático para guiar la preparación deportiva en la élite del taekwondo. Mi objetivo es que este deporte pegue un vuelco a nivel televisivo.

-¿Ahora se dedica entonces plenamente a su escuela y a este proyecto?

-También soy director de la Universal Professional Taekwondo (UPT).

-¿Qué aporta la UPT al mundo del taekwondo?

-El objetivo de "La Universal Professional Taekwondo" es poder hacer una gestión profesional de todos los eventos de taekwondo y profesionalización tanto del deporte como de los deportistas. Siempre con unos objetivos claros de taekwondo espectáculo, para los que nos hemos centrado en diversos aspectos, entre ellos la web de gestión de la UPT y su adaptación a la televisión. La primera ciudad en acoger los eventos de la UPT fue Zamora en el pasado mes de junio y resultó todo un éxito. Además, el Open Professional tendrá dos citas más en otoño, en Valencia y en La Coruña. En Zamora se disfrutó de una competición atractiva y novedosa en la que se dieron cita hasta 500 taekwondistas de toda España, entre ellos el subcampeón olímpico Nico García, retirado momentáneamente tras su grave accidente de moto.

-Tiene ahora menos tiempo que cuando competía...

-La verdad es que sí que estoy bastante ocupado pero puedo con todo. Como he dicho antes no quiero dejar de estar ligado nunca al mundo de este deporte. En la escuela hemos empezado ya con la pretemporada, aunque las clases no empezarán hasta octubre.

-¿Tiene algún proyecto nuevo más en mente?

-Sí, ahora mismo estoy inmerso en otro nuevo proyecto, que será una web en la que se tratarán también temas de gestión de todos los eventos, liguillas, campeonatos, etc. de taekwondo. La web se llama uptkd.com y está aún sin terminar.