El español mejor clasificado en esta edición del Tour, Alejandro Valverde (Movistar), no podía contener las emociones ayer en el Podio de París, al que subió ayer por primera vez a sus 35 años de edad. Tanto fue así que, en un momento dado, el ciclista del Movistar confesó a los medios: "Ya no quedan lágrimas". Y es que, como aseguró posteriormente a la ceremonia en el centro de la capital francesa, el de ayer fue "un momento muy emotivo".

"No me quedan lágrimas, estoy muy contento porque esperaba esto desde hace mucho tiempo. Es algo muy emotivo", dijo.

Valverde destacó el hecho de estar rodeado de su familia para vivir, a sus 35 años, un momento único para él. "Para ellos es este podio", dijo el corredor del Movistar que ayer vió cumplido su sueño al concluir la carrera más importante del mundo entre los tres primeros de la clasificación general. Un hito que le faltaba a este gran ciclista que acumulaba hasta ayer ni más ni menos que trece podios en las grandes rondas por etapas y en Mundiales y múltiples triunfo en clásicas.