Arrebatarle el maillot amarillo que le adjudicaban ayer todos los entendidos a Jaime Rosón requería de una gran hazaña, una hazaña que protagonizaron dos de los mejores corredores españoles del campo aficionado como son Iván Martínez (Mutua Levante) y Miguel Méndez (Froiz). La ventaja de medio minuto con que partían ambos ayer de Hermisende les obligaba a protagonizar una de las páginas memorables que siempre deja la etapa de Sanabria de la Vuelta a Zamora. Y así lo hicieron.

El zamorano Jaime Rosón, tras su gran exhibición en la contrarreloj de Toro, era el enemigo a batir por el resto de los equipos, los mejores equipos españoles, que compiten en Zamora con sus mejores espadas, y ese favoritismo está claro que no le benefició para nada al líder del Caja Rural.

El ciclismo es un deporte de estrategia y ayer quedó patente en el enrevesado circuito de la Alta Sanabria que tuvo sus ramificaciones hacia Portugal -con los "guardiñas" guiando a los corredores durante unos 20 kilómetros-, en el que Jaime Rosón no se llegó a encontrar a gusto en ningún momento. Y sus enemigos le ganaron la partida con un ataque de lejos que ya no pudo anular el Caja Rural.

El zamorano partía de Hermisende con medio minuto o más respecto al resto de los favoritos y tal vez esa circunstancia terminó por perjudicarle ya que obligó a sus rivales a atacarle desde lejos. Y tan lejos.

La primera mitad de los 108 kilómetros previstos se saldó con una tarea de desgaste por parte de los equipos fuertes. Era el gallego Samuel Rodríguez el que protagonizaba los primeros kilómetros y el paso por las localidades portuguesas de Zeive, Mofrenta y Moimenta, luchando por la clasificación de la montaña y pasando en cabeza por los dos primeros puertos de la jornada. Por aquel entonces, el líder Daniel Sánchez (Bicicletas Rodríguez) aguantaba en el pelotón cabecero pero pronto se vio que lo suyo no era la alta montaña sanabresa.

El benaventano Jorge Bueno pinchaba en la misma frontera pero no tuvo problemas para reincorporarse al grupo cabecero donde se mantuvo siempre con su paisano de San Cristóbal de Entreviñas Arturo Chamorro, también enrolado en el Gomur.

Pero en la subida desde San Ciprián hacia Lubián se realizó la primera gran selección con un grupo de 32 unidades en el que ya no estaba Dani Sánchez, con lo que Rosón era en aquel momento líder de la Vuelta a Zamora.

Poco le duró el amarillo al zamorano del Caja Rural porque en el primer paso por Lubián, en el duro repecho desde la autovía, Iván Martínez se llevaba consigo al madrileño Miguel Gómez, que viene de ganar la Vuelta a Avila el pasado fin de semana, y al corredor leonés del Paulino Sergio Pérez.

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