Aquí estoy, dijo Lebron James y, con todo en contra, con un goteo de lesiones que ha reducido su rotación a un total de ocho jugadores, con el 'Big Three' reducido a un 'Big One' con toda la presión sobre su estrella, ante la posibilidad de perder por cuarta vez las finales por el anillo, los Cavs resurgieron cual Ave Fénix de sus cenizas.

Lo hicieron porque LeBron James volvió a hacer un partido con 39 puntos, 16 rebotes y 11 asistencias.

Lo hicieron porque el equipo del estado de Ohio endureció el juego, ralentizo el ritmo y propuso un duelo a cara de perro, con la vista puesta en un marcador corto.

Lo hicieron porque Dellavedova, J. R. Smith y Tristan Thompson aportaron lo que se esperaba de ellos y un poco más, el base fue una sombra inagotable sobre Curry, el escolta, metió 13 puntos decisivos (y unos cuantos errores en la toma de decisiones, marca de la casa) y el ala-pivot capturo siete rebotes ofensivos.

Resulto decisivo también el rendimiento de Mozgov, que está viviendo su mejor momento de la mano de un entrenador que lo conoce bien, y que le está sacando partido a la superioridad que el pivot ruso le está dando en la pintura a los Cavs.

A eso se redujo todo lo que ofrecieron los Cavs, pero Golden State, que una vez más fue a remolque todo el partido y que nuevamente logro forzar una prórroga, no logro sentirse cómodo en ataque en ningún momento y no logro ajustar la defensa.

Y los Warriors no lo consiguieron porque en ataque Klay Thompson estuvo muy solo, con un desacertado Curry, fallón (5 de 23) en el tiro y caótico (6 perdidas), Iguodala no logro aportar en ataque y Barnes y Green apenas llegaron a la decena de puntos.

La defensa de los Warriors tuvo en Iguodala a su único protagonista.

Kerr, está reservando al ex de Philadelphia y Denver para presionar e incomodar al LeBron más agotado y James no está logrando marcar las diferencias en los últimos minutos de partido. De la segunda unidad de los Warriors, al margen de Iguodala, nada se supo.

La serie viaja ahora a Cleveland con un 1-1 engañoso. La victoria de los Cavs, ha sido una sorpresa; pero LeBron está sufriendo un desgaste brutal que recuerda al que vivió en 2007, entonces tenía 22 años, este año….30.

Por otro lado, Curry ha jugado su peor partido en el tiro de toda la temporada (y aun así ha anotado 19 puntos) y da la sensación de que no volverá a rendir tan bajo en todas las finales.

Kerr y Blatt están jugando su particular batalla.

El entrenador de los Cavs está sacando petróleo de un plantel diezmado.

Kerr está planteando una final inteligentísima manteniendo frescas a sus estrellas y a todo el plantel en general. Antes de que empezara la final, pensaba que si la serie se iba a 7 partidos, Cleveland haría pagar a Golden State su inexperiencia.

Las lesiones y el planteamiento de Kerr están cambiando totalmente esta impresión. Ojalá tengamos una serie larga; porque si Lebron mantiene su rendimiento, estamos ante un duelo igualado, quizá el más parejo desde el Dallas-Miami de 2011.