El Embutidos Ballesteros dejó escapar una victoria que llegó a acariciar en los últimos minutos del tiempo reglamentario, pero la falta de acierto -no anotó ni un solo triple (0/10) por 10 de su rival- terminó por condenarle ante un rival directo en la lucha por la permanencia. El de ayer fue un partido con alternancias en el marcador fruto, no tanto del acierto del Rosalía de Castro, que viajó muy justo de efectivos por las bajas de Mateo Goday y Pablo Hernández, sino por su irregularidad en la intensidad de su juego y la falta de acierto en el tiro. El Virgen de la Concha demostró que no es inferior al equipo de Santiago ya desde el primer cuarto en el que, tras unos minutos iniciales de equilibrio pudo ya distanciarse a un 15-10 en el minuto 10. Esta progresión ascendente se mantendría todavía dos minutos más para poner el 20-13, pero el agotamiento de la posesión en uno de los ataques marcó el punto de inflexión y a partir de ese momento, el Rosalía de Castro se fue arriba y ni siquiera un tiempo muerto de David Barrio impidió que los gallegos llegasen al descanso con su primera ventaja en el marcador de 28-30.

El tercer cuarto discurrió en un tono de gran igualdad aunque el Rosalía llegó a distanciarse a 41-48 gracias al acierto en los triples. Aquí tocaron fondo los zamoranos que reforzaron su intensidad defensiva para recuperar la ventaja en el marcador gracias a un 15-1 que les colocó con 56-49 en el minuto 33.

Entonces comenzaron a tomar protagonismo los árbitros que señalaban una intencionada a Gonzalo Aranzana y luego una técnica a Shota que le mandó al banquillo, el equipo zamorano dejó escapar el 65-61 con que afrontó los tres últimos minutos y dos triples de Antón Bouzán llevaron el partido a la prórroga.

En el tiempo añadido, el Ballesteros acusó la quinta personal de Assis y un nuevo triple de Bouzán terminó por derrotarle.