Parecía que iba a ser un fin de semana de San Juan sin sobresaltos para estos dos jóvenes zamoranos, Jesús Vaquero y Juan José Salvadores. Pero su afán por la pesca les llevó hasta Chiprana, famosa en el mundo del siluro por tierras del Ebro, y allí se encontraron con una inolvidable sorpresa.

Aunque no era la primera vez que se habían desplazado hasta allí, la magnitud del ejemplar que consiguieron pescar jamás se les había pasado por la cabeza, relataba uno de los jóvenes. Al atardecer del sábado fue la hora "D". Después de estar todo el día buscando un buen sitio donde asentar sus cañas, un saliente en el río con varios metros de profundidad en la orilla fue el sitio elegido, y no pudo ser una mejor elección. Cuando el sol empezaba a desaparecer, algo había picado en la caña. "Al principio no nos lo creíamos, porque no hacía fuerza, tan solo se movía hacia los lados", recordaba Juan José visiblemente emocionado. Con el siluro aún por divisar, los pescadores comenzaron a hacerse una idea de la magnitud de aquel pez que aunque al final la realidad superó toda expectativa. Tras cuarenta y cinco minutos y turnándose la caña para intentar acercar al animal a la orilla, no esperaban que algo tan grande estuviera zambullido en aquellas aguas. Un siluro de 93 kilos de peso, 244 centímetros de largo y un diámetro de 110 centímetros era la recompensa que el Ebro otorgó a estos dos zamoranos en un fin de semana que no olvidarán jamás. Tras pasar la noche en la orilla, a la mañana siguiente el trofeo tenía que ser sacado de aquellas aguas. "Pedimos ayuda a un pescador que había allí que al igual que nosotros quedó asombrado", reseñaba Jesús, y tras hacerse varias fotos con su pez más hermoso, descorcharon una botella de vino tinto para brindar por una captura que cambió el fin de semana de pesca de estos dos aventureros que, eso sí, también tuvieron que salir corriendo a comprar una báscula para certificar que se trataba de uno de los ejemplares más impresionantes de los que se recuerdan por la zona.

Aunque el historial de las hazañas de estos dos amigos no solo se reducen a su última captura. Meses antes, Jesús había conseguido capturar una carpa de 21 kilos de peso, por aguas de la ribera baja del Ebro, en una localidad de la provincia de Zaragoza llamada Escatrón.