La plaza de los Ciento vivió ayer un momento muy especial. La ocasión lo requería y este rincón del casco histórico de Zamora fue testigo de la vuelta a casa de Martín Ramos. Recién llegado, y tras coronar el Kanchenjunga, el montañero fue recibido por familiares y amigos que quisieron ser los primeros en darle la bienvenida con una gran pancarta que colgaba del balcón de su casa, música y un refrigerio. Han sido semanas duras, como en cada una de las aventuras de Martín (que ya lleva nueve ocho miles), y esta nueva ascensión se merecía una fiesta por todo lo alto. Todos querían saludarle y darle la enhorabuena, mientras que el protagonista se sentía feliz aunque algo abrumado por lo que estaba viviendo. "Me encuentro bien. Muy contento de estar aquí con mi familia y amigos, no me lo esperaba". Su mujer, su hijo, su padre?, todos quisieron abrazarle y que les narrara una ascensión "muy difícil pero a la vez muy importante". El momento más especial, sin duda, fue el de la cumbre con su compañero Jorge. "Fue corto, como todas las cumbres. Hicimos la foto, un vídeo y nos abrazamos. Era muy importante, y más para Jorge que era su 14 ocho mil". Ya de vuelta, Martín quiere descansar y, sobre todo, disfrutar de este momento feliz que está atravesando, aunque el lunes todo volverá a la normalidad ya que se reincorporará a su trabajo y es que Martín es un héroe, pero de carne y hueso.