Martín Ramos continúa con su paso firme en el Himalaya y ayer completó, alcanzando el campo base, la ascensión a la tercera montaña más alta del planeta, el Kangchenjunga (8.586). Fue una ascensión, limpia y rápida, como suelen hacer Ramos y su compañero Jorge Egocheaga que ayer completó la colección de los catorce «ocho miles». Por el momento son escasas las informaciones que han podido transmitir Ramos y Egocheaga y prácticamente se limitan a lo que el zamorano colgó ayer en su página web: «Jorge y Martín están en el CB cansados pero muy contentos. Ayer -por el domingo- a las 10:00 (hora local) hicieron cumbre. El miércoles esperan a los porteadores para iniciar el regreso. Mandan un saludo para todo el mundo». Con esta parquedad de información, Ramos transmitía la grata noticia que sus amigos y seguidores esperaban desde muchas horas antes, confiados en que, si habían logrado hacer cumbre varios miembros de las otras expediciones que lo intentaron, también ellos tenían que haberlo conseguido, como así fue finalmente.

La fecha del pasado sábado que en un principio se había establecido para realizar el ataque a la cumbre desde el Campo 3, hubo de se aplazada unas 24 horas debido al fortísimo viento que azotó la cumbre. Y así, Ramos y Egocheaga iniciaron la ascensión del exigente último tramo en la madrugada del domingo desde los 7.550 metros.

Por delante salieron muy pronto Nives Meroi y Romano Benet y el matrimonio italiano fueron los primeros en ollar la mítica cumbre en torno a las 8.30 horas de la mañana, tal vez porque montaron su último campamento algo más arriba. Meroi y Benet completan así su duodécimo «ocho mil» y tan solo les faltan ya el Annapurna y el Manaslu. Este era su segundo intento en el Kanchen, tras tener que abandonar en 2009 por problemas físicos de Romano. Y también llegó en torno a esa hora a la cumbre el finlandés Samuli Mansika que conseguía su octavo «ocho mil».

Una hora más tarde los que llegaban a la cima eran los miembros de la Expedición BBVA que encabezaba el soriano Carlos Soria que se convierte en la persona de mayor edad (75 años) en coronar esta montaña. Junto al abulense que invirtió unas 13 horas en la ascensión, llegaron también Sito Carcavilla, Carlos Martínez, Luismi López y Dani Salas.

Como Ramos y Egocheaga hace dos años, Soria también falló en su intento del Kangchenjunga en el pasado mes de mayo y se vio obligado a abandonar por el mal tiempo a falta de unos 300 metros para la cima.

La expedición italiana lo consiguió finalmente con Marco Comandona pero el resto de sus compañeros tuvieron que renunciar a la cumbre cuando se encontraban a 8.350 metros. También este grupo regresó ayer al campo base aunque Marco Confortola tuvo un descenso muy difícil ya que sufre un fuerte golpe en un costado y tal vez tenga una costilla rota, por lo que sus compañeros tuvieron que portar su mochila hasta el campo base a donde llegaron a última hora de la tarde del domingo.

Martín Ramos y Egocheaga fueron los últimos en llegar a la cumbre, en torno a las 10.00 horas y se cruzaron en plena ascensión con el grupo de Carlos Soria que ya venían de regreso. Con el tiempo mínimo para tomar unas fotografías, Ramos y Egocheaga iniciaron el descenso con su habitual estilo rápido y, tras pernoctar en el campo 3, alcanzaron ayer a medio día la seguridad del campo base completando así una nueva ascensión.

Esta vez, el estado de salud de los dos montañeros españoles -el año pasado sufrieron problemas en las manos- es bueno independientemente del lógico cansancio de varios días de estancia por encima de los siete mil metros.

Ramos aprovechó la ventana de buen tiempo que le quedaba antes de que se agote el permiso de ascensión a finales de mes. El ataque definitivo se inició el pasado jueves pero el fuerte viento les obligó a permanecer un día más en el Campo 2 a 6.800 metros. El sábado alcanzaron el campo 3 que instalaron a unos 7.500 metros y el domingo afrontaron el tramo final, muy exigente, sobre todo en los últimos 300 metros.

El Kangchenjunga es el «ocho mil» con una ascensión más larga, pero Ramos y Egocheaga han sabido afrontarla con su habitual maestría en el planteamiento táctico.

Martín Ramos alcanza así su noveno «ocho mil» en una expedición que se inició a primeros de abril, dieciseis años después consiguiese su primera gran cima en el Shisha Pangma tras un intento fallido el año anterior al Cho Oyu.

Por su parte, Egocheaga se convierte en el quinto español que consigue completar los catorce «ocho miles» tras Juanito Oiarzábal, Alberto Iñurrategi, Edurne Pasabán y Carlos Pauner.

Una vez completada la colección, el equipo que forma con Martín Ramos no parece que vaya a deshacerse por ello. Ramos nunca ha reconocido como un objetivo ineludible completar los «ocho miles» y estaría dispuesto a intentar en el futuro también otras aventuras junto al médico asturiano con el que ha completado ya cinco cordadas.