Después del parón de la Semana Santa, el Balonmano Zamora ha vuelto a la carga para afrontar esta recta final de Liga regular en la que Edu García Valiente tiene a todos sus jugadores disponibles, incluido Octavio que «está ya al 99 por ciento» de su potencial después de los problemas de hombro que ha sufrido en los últimos tiempos. «Además de Octavio, que ha mejorado mucho, todos los jugadores que llegaban tocados se han recuperado en estos cuatro días que han tenido descanso y están en un gran momento». El equipo se encuentra en una magnífica posición y a tan solo dos puntos (una victoria) de poder certificar su presencia en la fase de ascenso a Liga Asobal, algo que era totalmente inesperado a comienzos de esta temporada debut en Plata. La presencia en el play-off parece difícil que se pueda escapar aunque en el equipo son más ambiciosos y no descartan la lucha por el puesto de ascenso directo, el segundo de la clasificación, ya que el líder, el Barça B no puede dar el salto al tener ya un equipo en la élite. Para conseguir este hecho que sería histórico, el equipo tendría que ganar todos sus compromisos ante Alcobendas este sábado, Palma del Río en el Manuel Camba y al Sinfín, bestia negra de los pistachos que les venció en Copa del Rey y en la ida de la temporada, pero además el Benidorm debería pinchar en uno de sus compromisos ante Torrelavega, Barcelona B o Pozoblanco. Las cuentas están claras pero el técnico quiere centrarse únicamente en el duelo ante los madrileños del Alcobendas, un enfrentamiento entre tercer y cuarto clasificado que se prevé apasionante.

«Este sábado es clave porque podemos conseguir plaza para la fase», recordó García Valiente quien cree que el encuentro no tiene porque parecerse al de la primera vuelta cuando se impusieron 24-20 en el Manuel Camba. «En aquel partido defendimos muy bien pero no hay que fiarse porque Alcobendas va a estar muy centrado este sábado y será complicado». Aunque hoy tendrán jornada de descanso, en el equipo regresarán el jueves al trabajo para ultimar flecos de preparación ante un rival duro y plagado de buenos jugadores.