Ylenia Manzanares es una de las jugadoras que ha dejado huella tras su paso por el CD Zamarat, la huella de una jugadora polivalente, que siempre responde y que sabe hacer vestuario. La alero riojana fue la gran protagonista de aquella temporada en Liga Femenina 2 que finalizó en la fase de ascenso de Badajoz, una temporada en la que tuvo como compañeras a la canadiense Sara Crooks, a la húngara Kata Furtos, junto a Ildiko Szoke, Lidia Gesteira, Aitana Cuevas o Laura Gimeno. Y ya entonces fue la jugadora más valorada de aquella brillante plantilla que se vio privada del ascenso por un potentísimo UniGirona que lideraba Marta Xargay. Ylenia había llegado al CD Zamarat tras completar una temporada también brillantísima liderando al Bembibre, y su revalorización en Zamora le permitió fichar por el Cortegada de Villagarcía de Arosa donde ha jugado en las últimas cuatro temporadas, con ascenso en la primera y descenso por motivos económicos en la segunda.

El Cortegada cuajó este año una brillante actuación que le llevó a ser campeón de Liga, pero la situación económica del club gallego es desesperada y ni siquiera hubo recursos para viajar a Cáceres a la fase de ascenso a la que se vio obligado a renunciar.

Ylenia dio por finalizado su periodo en Villagarcía y ha escuchado la llamada de Juan de Mena que ya había intentado recuperarla en temporadas pasadas. Manzanares llegará al equipo para aportar su experiencia y la regularidad que le permite mantener unos niveles de alto rendimiento durante toda la Liga. Vendrá a ocupar el puesto que deja vacante la griega Olga Chatzinikolaou, una jugadora con características muy parecidas: ninguna de las dos es especialista en alguna faceta, pero todo lo hacen bien ambas.

La jugadora riojana se mostró muy contenta ayer en declaraciones a este periódico por el acuerdo alcanzado: «Me llamó Juan de Mena y fue muy fácil, hablamos y llegamos a un acuerdo rápido», señaló la jugadora que también reconoció haber barajado ofertas de otros clubes pero «en cuanto recibí la llamada del Zamarat ,ya no lo pensé más». De todas formas, Ylenia Manzanares reconoce que su estancia en Villagarcía, pese a los problemas económicos del club, ha sido muy satisfactoria este tiempo: «Otros años recibí ofertas superiores para irme y decidí quedarme por la gente que conocíamos allí, por la calidad de vida que nos ofrecía Villagarcía, pero el ciclo se ha acabado por las circunstancias y ahora ya solo pienso en Zamora».

Manzanares no le da demasiada importancia al cambio de categoría pues ya sabe lo que es eso: «Ya jugué un año en Liga Femenina y no me caerá de sorpresa el salto, estoy convencida de que puedo aportar cosas al equipo».

Por el momento, desconoce todo sobre el que va a ser su equipo en la próxima temporada pero asegura que «guardo de Zamora un grato recuerdo. Me fui por unas circunstancias que se dieron pero siempre he seguido al equipo, siempre he mantenido contacto. El destino estaba escrito así y espero poder seguir contribuyendo a que este club siga creciendo como lo ha hecho en estos años».

Por el momento, la alero riojana tan solo cuenta con una compañera en su retorno al Zamarat, la letona Linda Rubene, una pívot de 22 años y 1.88 de altura que proviene de la liga universitaria americana.