Como era de esperar, Rubén Sastre inició la temporada firmando un buen resultado en la primera prueba del Campeonato de España de Rallyes de Tierra celebrada en tierras catalanas. El piloto zamorano, que por primera vez corría en la máxima categoría de dicha competición (cuatro ruedas motrices) terminó lejos del podio en el Ciudad de Cervera, como cabía esperar, pero demostró que tiene el potencial necesario para estar cerca del mismo en las próximas citas.

Supo a victoria el noveno puesto logrado por Sastre en su debut en las cuatro ruedas motrices. El piloto fue de menos a más en carrera, mejorando a la par que ganaba experiencia con su nuevo vehículo, el Subaru Impreza de la escudería Caldevilla Motor.

Los nervios y la falta de rodaje con el coche fueron los claros enemigos de Rubén Sastre al inicio de la carrera. Con un único test de veinte minutos tras el volante del Impreza, el vigente campeón de dos ruedas motrices afrontaba con muchas dudas la carrera. Más aún cuando, en la jornada de verificaciones, el Subaru sufrió diversos problemas mecánicos que obligaron a Caldevilla Motor a emplearse a fondo.

El equipo trabajó toda la noche y se desplazó hasta Bilbao para encontrar una centralita que diera vida al vehículo. Un esfuerzo que Sastre quiso convertir en un éxito una vez dejó atrás los nervios del estreno. Un sector inicial en el que ya tomó la delantera el máximo favorito, Xevi Pons. El piloto de ACSM Rally Team fue marcando los mejores registros de cada tramo hasta asegurar su incontestable victoria, sin dar opción a un Nani Roma que, a bordo de su Mini, luchó lo indecible para acabar en segundo a 50 segundos del ganador.

Sastre acabó el primer tramo con un crono de 16 minutos 28 segundos, en una vigésimo octava posición que le obligó a ser más agresivo en un segundo tramo en el que subió hasta el 14º peldaño de su categoría (10.56).

Esta mejora, justo antes en la primera parda mecánica autorizada del día, dio alas al piloto zamorano, que no pararía de mejorar en los cuatro siguientes tramos.

Mientras muchos vehículos caían víctimas de averías o cedían tiempo intentando asegurar su posición, Sastre hizo del Subaru un coche cada vez más veloz hasta situarse en la décima posición de su categoría y duodécima en la general antes del tramo decisivo.

Un último segmento en el que supo templar sus nervios y jugar con el colchón que tenía ante sus rivales para hacerse con la novena plaza de las cuatro ruedas motrices al firmar un tiempo global de 1 hora 16 minutos y 38 segundos. Tiempo con el que convirtió al Subaru Impreza de Caldevilla Motor en el primer vehículo de la categoría (a excepción del pilotado por Roma) de una marca diferente a Mitshubishi .