El entrenador del Zamora llegaba algo enfadado a la rueda de prensa: «No entiendo cómo después de hacer una primera parte aceptable, pudimos cambiar tanto en la segunda mitad. Me ha sorprendido cómo nos ha afectado el descanso. En cambio, lo del Ourense era obvio, jugaban en casa y necesitaban una victoria después de las dos derrotas consecutivas que les podía meter de nuevo en la parte complicada de la tabla».

Roberto Aguirre manifestaba a continuación que «nosotros sabíamos que si consentíamos un gol, luego lo íbamos a pasar mal y nos iban a hacer mucho daño. No creo que haya sido un problema de actitud de mis jugadores. Fue más bien de mentalidad, pero también quiero dejar muy claro que nosotros nos pudimos adelantar en el minuto sesenta en la jugada de Rubiato, y cuando su disparo ya se colaba en la portería local, lo sacó debajo de los palos un defensa del Ourense. El equipo, con el segundo gol del Ourense, ahí fueron unos minutos donde perdimos los papeles y incluso pudimos encajar algún gol más», sentenció.