El Real Madrid selló, con una cómoda victoria ante el Olimpia de Liubliana por 91-60, el primer puesto del 'grupo de la muerte' en la primera fase de la Euroliga.

El líder invicto de la Liga española comenzó el partido sabiendo que el primer puesto del grupo lo tenía al alcance de la mano, tras la derrota del Panathinaikos en la pista del Khimki Moscú. Sólo tenía que ganar ante un equipo, el Olimpia de Liubliana, que nada se jugaba, al ser quinto del grupo y estar eliminado.

Así las cosas, los jugadores del equipo esloveno salieron con más ganas de lucirse en ataque que de trabajar en defensa. Con estas facilidades, el Real Madrid, sin pisar el acelerador, comenzó a poner tierra de por medio en el marcador y a cimentar el primer puesto del grupo.

El 22-15 del final del primer cuarto fue claro. En el segundo periodo, el Real Madrid apretó un poco más en defensa y el Olimpia acabó por desmoronarse. La ventaja llegó a ser de veinticinco puntos, 48-23 en el minuto 18, aunque los eslovenos recortaron mínimamente al descanso, 48-27.

Por si quedaba alguna duda, el Real Madrid comenzó el tercer parcial con un 7-0, que permitió a Palo Laso dar minutos a Hettsheimeir y, tras su eliminación por cinco faltas, al joven Guillermo Hernangómez, presente en el partido por la lesión de Martynas Pocius, con fascitis plantar en el pie derecho.

Pero lo que más agradeció la afición fue que los jugadores no se desengancharon del partido y que trataron de dar espectáculo, defendiendo, atacando y manteniendo el ritmo de juego en todo lo posible.

Al final del tercer cuarto, 68-46, y al final del partido, 91-60. Todos jugaron, todos anotaron y se consiguió el objetivo de quedar primeros. Miel sobre hojuelas.

Barcelona-CSKA

Por su parte, el Barcelona Regal perdió hoy la imbatibilidad en la Euroliga al caer en el último minuto de partido ante el CSKA de Moscú (75-78) pero acaba como líder de su grupo y como tal pasará al 'Top-16'.

El conjunto azulgrana dejó escapar su décima victoria consecutiva en la máxima competición continental en la recta final del encuentro, pero en ningún caso puso en peligro el liderato, pues la renta de 21 puntos lograda en el partido de la primera vuelta era demasiado para dejarlo escapar.

Eso lo sabía el Barça y también el conjunto ruso, que saltó a la pista del Palau dejando bien claro que no habían olvidado la humillación de hace cinco semanas en Moscú, donde el Barça les pasó por encima en su propia casa.

El 0-7 inicial fue toda una declaración de intenciones: había que saldar cuentas pendientes en Barcelona y hoy era el día. Con un Kaun imparable en la zona, velocidad en la transición y una buena circulación del balón abrió una brecha aun mayor (3-15, min.5).

Por el bando azulgrana, solo Lorbek miraba el aro. Pero en cuanto Mickeal se sumó a la causa y Tomic salió a echar una mano en la pintura el Barça frenó la sangría en electrónico y recuperó terreno en la pista: 19-24, al final del primer cuarto.

Arrancó raro el segundo período, con un par de acciones de Teodosic, un triple de Huertas y una técnica por protestar a Jasikevicius que devolvió un colchón de ocho puntos al equipo de Ettore Messina (26-34, min.14).

Sin embargo, esa decisión arbitral y un par de contactos más no pitados excitaron al Palau y también al conjunto local que, a partir de ahí, ahogó al CSKA en defensa y entró en un racha de acierto ofensivo al que los visitantes fueron incapaces de dar réplica.

Fue un parcial demoledor de 21-1, con diez puntos consecutivos de Navarro, que dio la vuelta el encuentro como un calcetín (47-35, min.19). Aunque las canastas de Khryapa y Jakson maquillaran un poco el marcador al llegar al descanso (47-41).

Con el liderato en el bolsillo, el Barça se trabajó la victoria tras la reanudación (53-44, min.25). El CSKA aun parecía acusar el golpe, pero entre Kristic y Teodosic despertaron al conjunto moscovita, que volvió a poner el partido en un puño (53-52, min.27).

La igualdad fue la tónica hasta el final, pero con el Barça siempre por delante hasta que el choque entró en el último minuto.

Weems y Christmas, bien defendidos durante todo el partido por Mickeal, Ingles y Rabaseda, aparecieron por fin junto a Khyrapa para poner el 71-71 en el marcador.

Y un triple de Teodosic y los fallos de Navarro en los tiros libres dieron la victoria final al CSKA, que no pudo recuperar el liderato del grupo, pero al menos regresa a Moscú tras haberse sacado una espina clavada ante el Barça.

Por su parte, el Unicaja cumplió con su objetivo primero de ganar el partido sin problemas frente al Elan Chalon francés, que llegó a Málaga sin motivación alguna, pero acabó segundo de su grupo por la victoria del Maccabi Electra ante el Alba de Berlín.

Partido sin transcendencia, y se demostró, primero en la escasez de público que acudió al Martín Carpena -apenas 3.000 personas-, y segundo por el nivel mostrado por el conjunto francés. El equipo malagueño, que debía de vencer para intentar optar a ser primero siempre, que el Maccabi perdiera con el Alba de Berlín, no le dio opción a su rival.

Sin el técnico Jasmin Repesa y el alero Krunoslav Simon, que no pudieron regresar a tiempo de Zagreb, adonde se marcharon el pasado martes para resolver diversos asuntos burocráticos, el Unicaja siempre fue por delante en el marcador y ya ganaba 24-11 en el minuto 10.

El equipo cajista, que tenía posibilidades de lucirse, se empleó a fondo en defensa y en cuatro minutos del segundo cuarto el Elan Chalon anotó solamente dos puntos (37-13, minuto 14). El pívot croata Luka Zoric, el ala-pívot estadounidense James Gist y el escolta Txemin Urtasun fueron los mejores por su aportación tanto en ataque como en defensa.

El Elan Chalon intentó reducir algo la ventaja, pero el Unicaja apretó hasta conseguir la máxima diferencia (46-21, minuto 19), que no bajó en el tercer cuarto, donde el juego interior de los andaluces y también la aportación exterior del alero Sergi Vidal (66-41, minuto 30), evidenciaron la tranquilidad con qué se tomó el conjunto galo el encuentro.

Curro Segura, que dirigió al Unicaja hoy, rotó a todos sus jugadores e incluso alguno de ellos, que no está acostumbrado a lanzar desde la línea de 6,75 o no es su función como el pívot Augusto Lima, probó fortuna consiguiendo un marcador muy alto 70-43, minuto 31. A partir de ahí los cajistas se dedicaron a mejorar el resultado.