El salmantino Moisés Dueñas, del Froiz, consiguió su propósito de mantener su posición de liderato y coronar la Vuelta Ciclista a Zamora, que ayer celebró su cuarta y última etapa por las carreteras de la provincia. Lo hizo sin necesidad de ganar en esta última jornada pero sí es cierto que la actuación de sus compañeros fue vital para el objetivo. Con doce segundos de ventaja en la clasificación general, se alzó con el trofeo y dejó en segundo lugar a otro de los favoritos, el vitoriano Arkaitz Durán, mientras que la sorpresa de esta competición fue, sin duda, el tercer puesto que se llevó el joven Miguel Ángel Benito, del Caja Rural, y que, sin ser zamorano se ha formado en la provincia como ciclista. También ha sido digna de alabar la actuación de Jaime Rosón, zamorano integrante del Diputación de Ávila que ha hecho una Vuelta casi perfecta pese a su juventud, una circunstancia que le ha permitido ocupar un merecido sexto lugar.

Por su parte, otro ciclista de la tierra, en este caso Alejandro Álvarez, superó la fuerte caída del sábado que le llevó hasta el hospital Virgen de la Concha y estaba ayer en la salida para concluir la Vuelta, algo que consiguió en el puesto 79.

El trío ganador ha sido, de largo, el más destacado de la ronda zamorana, aunque una vez más se ha demostrado que este deporte y estas competiciones las ganan los equipos gracias a una labor conjunta y de apoyo. Después de la dura jornada del sábado fueron 80 los corredores que tomaron salida en la localidad de El Perdigón y todos ellos llegaron a la capital. Arropados por los vecinos del municipio los participantes comenzaron este último recorrido, los 119 kilómetros que les separaban de la última línea de meta. Aunque la temperatura era óptima, el viento también iba a jugar un papel importante y, de hecho, desde los primeros kilómetros se notó cuando el pelotón empezó a estirarse aprovechando el aire a favor. Fue nada más salir, cuando se llegaba a Morales del Vino, cuando algunos intentaban la primera escapada de la mañana, aunque eran rápidamente neutralizados por el pelotón. Los equipos de los máximos aspirantes estaban atentos a cualquier movimiento mientras que los dos candidatos al puesto más alto del podio, Durán y Arkaitz, aguardaban su oportunidad en el pelotón, bien protegidos por sus compañeros. La de ayer se presentaba como una etapa más relajada y ajena a un extra de esfuerzo físico, aunque la estrategia sí jugaba su papel. El pelotón se dividió en tres grupos al paso por la primera meta volante aunque estas escapadas se quedaban en meras intentonas. De hecho, Mario Gutiérrez, del CAI, intentó en un par de ocasiones tomar la delantera a sus rivales, pero enseguida era alcanzado. Fue en la llegada a Villaralbo, aproximadamente en el kilómetro 25 de carrera, cuando varios participantes empezaron a mostrar intenciones serias. Un trío formado por Fernando Grijalba, Dmitriy Lukyanov y Mario Gutiérrez tomaron las primeras rentas con 15 segundos sobre el pelotón, que fue en aumento antes de llegar a la localidad de Villalazán. Sin embargo su esfuerzo no fue suficiente y empezaron a aparecer los primeros perseguidores, que consiguieron darles alcance antes de que consiguieran romper la etapa de forma definitiva.

Atentos a las situaciones, desde el Froiz y el Azysa Telcom el mensaje a sus líderes era de tranquilidad y control de los tiempos, aunque el más favorecido era Dueñas al que los treinta segundos de ventaja del sábado le dejaban un importante margen de maniobra sin desgastarse desde el primer momento.

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