El cerco sobre el exciclista estadounidense Lance Armstrong, siete veces ganador del Tour de Francia, se estrechó hoy con la sanción de por vida dictada por la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) contra tres de sus antiguos colaboradores.

USADA anunció la suspensión a perpetuidad del médico español Luis García del Moral y del preparador físico José "Pepe" Martí, de la misma nacionalidad, además del doctor italiano Michele Ferrari. Los tres trabajaron para Armstrong en el equipo U.S.Postal Service.

Los suspendidos habían sido acusados por USADA de participar junto con Armstrong en un sistema de dopaje sistemático desde 1999 hasta 2005.

El anuncio de USADA se produjo un día después del plazo fijado para que los acusados pudiesen presentar las alegaciones correspondientes o aceptar la sanciones.

Lance Armstrong, de 40 años, también ha sido acusado, pero se ha declarado inocente y ayer, lunes, presentó una demanda federal contra USADA en un tribunal de Austin (Texas) para impedir que dicha agencias siga adelante con el proceso en su contra, pero el juez se la rechazó por defecto de forma y tendrá 20 días para volverla a tramitar.

Un portavoz del equipo jurídico de Armstrong declinó hacer comentarios sobre la decisión que tomó el juez federal Sam Sparks y las suspensiones anunciadas por la USADA contra los exasociados de su cliente.

El pasado 29 de junio, USADA acordó presentar formalmente cargos de dopaje contra Armstrong, junto con los médicos españoles Pedro Celaya Lezemay y Luis García del Moral, el preparador "Pepe" Martí, Michele Ferrari y el director deportivo belga Johan Bruyneel.

Del Moral, miembro del equipo médico de Armstrong entre 1999 y 2003, ya negó en su día las acusaciones de Floyd Landis y Tyler Hamilton en las que aseguraban que su compañero de equipo se dopaba.

La USADA, tras reunirse para revisar el caso y verificar si había suficientes pruebas contra el exciclista, determinó que el procedimiento debía seguir adelante.

El ciclista estadounidense negó categóricamente haberse dopado con el argumento de que había pasado más de 500 controles durante su carrera deportiva y que nunca había fallado ninguno.

Pero la USADA sostuvo que al menos 10 excompañeros de Armstrong y asociados pueden testificar en su contra y existen pruebas de sangre desde 2009 a 2010 que son "totalmente consistentes" con muestras de dopaje.

La USADA presentó 15 páginas de cargos contra el deportista estadounidense en los que incluye acusaciones de que Armstrong usó la hormona EPO, transfusiones de sangre, testosterona y corticoides entre 1998 y 2011.

La consecuencia inmediata de las acusaciones de la USADA, de carácter semigubernamental, fue la prohibición de que Armstrong participe en competiciones de triatlón, deporte que practicaba tras su retirada del ciclismo profesional.

Armstrong ha venido criticando la falta de imparcialidad de la USADA y la "vendetta" contra su persona y asegura que las acusaciones "no tienen base" y están motivadas por testigos "comprados" por promesas de inmunidad y anonimato.

Precisamente estos días, en pleno Tour de Francia, se publicó la noticia de que cinco excompañeros estadounidenses de Armstrong han testificado en su contra.

Los corredores citados por los medios son George Hincapie, Levi Leipheimer, Christian Vande Velde y David Zabriskie y el actual director del Garmin, Jonathan Vaughters, que también corrió con Armstrong.

Hincapie, el único ciclista que acompañó a Armstrong durante sus siete victorias en París, se mostró "decepcionado" de que en pleno Tour se vea obligado a responder a preguntas sobre su exjefe de filas.

"Estoy decepcionado de que pongan esto otra vez encima de la mesa", afirmó Hincapie, que a sus 38 años disputa su Tour número 17, un récord.

La confesión viene acompañada de un acuerdo según el cual los cinco delatores, que también afirmaron haberse dopado, sólo serían sancionados un semestre y no los dos años que indica la ley, según los medios