GCE Villaralbo B: Elias, Javier, Óscar, Manu, Pichón, Frade, Richard (Marco, min.66), Macario, Edu, Ander (Cañizo, min.72), Eugenio (Nestor, min.76).

CD Benavente: Eloy, Israel (Ramón, min.66), Fonsi (Amavisca, min.45), Manu, Sergi, Curiel, Mario (Jesús, min.58), Pepe, Javi, Edgar y Pablo Carbajal.

Goles: 0-1, min.11: Javi; 1-1, min.18: Eugenio; 2-1, min.21: Edu; 3-1, min.26: Ander (p.); 3-2, min.39: Pablo Carbajal (p.); 4-2, min.51: Richard; 5-2, min.66: Eugenio.

Árbitros: Dirigieron el partido el colegiado zamorano Campos Ferreira. Estuvo asistido en las bandas por Juan Bustos y Rodrigo Gonzalo. Mostró cartulinas amarillas a los locales Javier, Frade, Macario y Cañizo; mientras que por los visitantes fueron amonestados Eloy, Fonsi, Sergi y Pepe. Expulsó con tarjeta roja directa al benaventano Amavisca (min.53).

Incidencias: Partido disputado en la Ciudad Deportiva Fernández García ante algo más de 150 espectadores.

Muy mal pintan las cosas para el CD Benavente. Los «tomateros» eran conscientes de que para salir de la zona de descenso debían sumar los nueve puntos que tenían por delante. Pero ayer, las cuentas fallaron. El conjunto de Santiago Redondo perdía ante el GCE Villaralbo B por un claro 5-2 y sus opciones de mantener la categoría son remotas. Y es que no solamente deben eludir el descenso directo sino también las plazas que siempre entran en los temidos «arrastres» de la categoría superior.

El duelo fue igualado en el primer acto y más desequilibrado en el segundo. El Benavente volvió a mostrar las dos caras que ha puesto de manifiesto durante todo el año. Intimidación en la parcela ofensiva con muchos recursos para hacer daño desde la vanguardia, pero también mucho nervios en la parcela defensiva. Los errores que se habían logrado minimizar con la llegada de Santiago Redondo volvieron a aparecer en la Ciudad Deportiva Fernández García en forma de conceder dianas con suma facilidad.

Y eso que el Benavente salió con la intención clara de llevarse los tres puntos del duelo provincial. Algo que le valió para adelantarse en el minuto 11 gracias a Javi. Se ponía por delante el cuadro visitante pero poco le duraría la alegría, ya que Eugenio y Edu le darían la vuelta al marcador en apenas tres minutos cuando se alcanzaba casi el ecuador de la primera mitad.

Además, tan solo cinco minutos después, Ander ponía el 3-1 en el marcador gracias a la conversión en gol de una pena máxima. Una jugada que también aprovechó posteriormente el jugador del Benavente Pablo Carbajal para acercar de nuevo a los «tomateros». Una diana del ariete zamorano desde los once metros permitía a los pupilos de Santi Redondo irse al asueto con una mínima desventaja de 3-2.

El GCE B llegaba al descanso por delante en una primera mitad muy igualada y que hacía presagiar un segundo acto intenso a tenor de lo que se jugaba el CD Benavente.

Santi Redondo metió tras el descanso un poco de aire al equipo con la entrada en el campo de Amavisca. Pero el benaventano no aguantó ni siete minutos en el terreno de juego. Ese tiempo fue suficiente para ver el mejor gol de la tarde y la expulsión de Amavisca. Primero llegaría el 4-2 obra de Richard. El estilete del GCE B remataba de chilena en el corazón del área un gran centro desde las banda derecha. Ese gol dejó muy tocado al Benavente. Una sensación que se acrecentó con la expulsión de Amavisca dos minutos después.

A partir de ahí, el choque se endureció un poco y el cansancio apareció entre los futbolistas. El sofocante calor, unido al esfuerzo físico de los futbolistas, se tradujo en un partido con poco ritmo, aunque sí con intensidad; algo ya clásico en los duelos provinciales.

El Benavente lo intentaba, pero fue el GCE Villaralbo B el que golpeó de nuevo con una diana de Eugenio. Otra vez entrada por la banda derecha, centro al segundo palo, y bonito remate en plancha de Eugenio para hacer el segundo de se cuenta y poner el luminoso en un desalentador 5-2 para los «tomateros».

El CD Benavente, además, se quedaba con nueve hombres a falta de un cuarto de hora para el final por lesión de Edgar. Ante esa inferioridad numérica, y viendo que el partido estaba decidido, el choque perdió en interés y los tres puntos se quedaban en casa.

Un triunfo que salva, si no lo estaba ya, al conjunto de José Luis Bartolome, pero que por el contrario deja al borde del precipicio al cuadro «tomatero», que no fue capaz de volver a tener esa regularidad obtenida en los últimos encuentros.

La inseguridad a la hora de defender está siendo un lastre importante para un Benavente que tendrá que visitar el próximo fin de semana a otro rival provincial, el Zamora B Caja Rural. Habrá que ver si el cuadro benaventano puede llegar con alguna opción a la última jornada liguera.

José Luis Bartolomé comentaba al final del partido que: «Ha sido un partido de mucho nerviosismo y ellos lo han notado mucho. Venían con la soga al cuello y cualquier fallo les iba a costar levantarlo. Venían en una muy buena dinámica y al final creo que el resultado ha sido más amplio de lo esperado». Además, al analizar al Benavente comentaba que: «Tiene una parte delantera impresionante pero le han condenado los errores defensivos durante todo el año. Además, quiero decir que la gente decía que estábamos salvados, pero creo que todavía nos faltaba una victoria y la hemos conseguido», finalizaba.

Santiago Redondo valoraba así el duelo al final: «Se ha complicado bastante más. Contábamos con estos tres puntos pero la idea tiene que seguir siendo sumar los cuarenta puntos. Hemos regalado los dos primeros goles y así es muy difícil luchar. Estamos luchando contra adversidades que son nuestros propios fallos. En las últimas jornadas los hemos ido tapando, pero ante el GCE han vuelto a aparecer. El resultado ha sido justo y el árbitro, pese a que no creo que haya pitado de forma imparcial, no ha sido determinante en el resultado. Creo que lo lógico es que los derbis zamoranos es que los pitaran árbitros de fuera, como en toda la liga».