Universidad de Léon: Jugaron y anotaron: Jacob, Carlos, Mario (1), Borja (4), Iñigo (5), Alberto (7), Manu (3), Diego (4), Fernando, Andoni (1), Dani (2), Álvarez (1), Sour (1) y Marcos.

Inzamac Zamora: Jugaron y anotaron: Mario, Álvaro (1), Fer (2), Raúl (1), Octavio (5), Jortos (14), Arcel (3), Óscar, Willy, José (1), Iñaki, Guille, Rafa (3) y Camino (2).

Árbitros: Dirigieron la contienda los colegiados Adrián Brun y Melus Rodríguez (Colegio catalán). Excluyeron con dos minutos a los locales Diego y Andoni; y a los visitantes Jortos, Arcel y Camino.

Parciales cada cinco minutos: 4-3; 6-4, 8-6; 11-8; 13-11; 14-13 (descanso); 16-15; 17-20, 20-23; 22-26; 25-29; 29-32 (final).

Incidencias: Partido correspondiente a la última jornada de liga en el Grupo A de la Primera División Nacional de balonmano disputado en el Pabellón universitario Hansi Rodríguez ante cerca de 250 espectadores con mayoría de público zamorano (cerca de 150 seguidores).

Inzamac Zamora consiguió culminar ayer con una nueva victoria la que ha sido su mejor campaña en Primera División al vencer en el Pabellón Hansi Rodríguez al Universidad de León Ademar B por (). Un triunfo que, sin embargo, tuvo un sabor agridulce ya que la carambola que necesitaba el conjunto de Eduardo García Valiente para obtener una plaza en el play-off de ascenso a División de Honor Plata no se produjo.

Inzamac disputó ayer uno de los partidos más importantes de su corta historia. Los «guerreros de Viriato» se desplazaron a León para medirse al filial de Ademar en una última jornada que el «siete de Zamora» afrontaba con derecho a soñar. Todo el esfuerzo y el sacrificio realizado durante el año ofrecía la posibilidad de luchar por un nuevo ascenso. Una victoria permitiría a los pupilos de García Valiente pelear por tal meta, siempre y cuando Paraxe Construcciones perdiera o empatara en su feudo ante Embutidos Lalinense.

La ilusión generada por tal recompensa no solo motivaba a Inzamac, sino también a sus aficionados, que se desplazaron ayer hasta la capital leonesa en masa para dar aliento a los suyos en la batalla. Una contienda nada sencilla, ya que enfrenta estaba Ademar B, uno de los pocos equipos en la primera vuelta que se mostró superior en pista a Inzamac Zamora.

Y pareció que la historia vivida en el «Manuel Camba» durante el frío diciembre iba a volver a repetirse ya que el duelo empezó dominado por el equipo local (4-3, m. 5).

Los «guerreros de Viriato» no estaban dispuestos a tirar la toalla a las primeras de cambio, pero el orgullo de su adversario parecía poder más que el sueño zamorano.

Además, la gesta parecía complicarse aún más cuando los colegiados se empeñaron en anular tantos obtenidos en ventaja a un Inzamac con la presión del «todo por el todo» sobre sus hombros. Carga compartida por una afición incansable que respaldó al bloque de García Valiente, obligándole a no ceder ante la adversidad (8-6, m. 15).

Por fortuna, la situación no era la peor de las posibles, ya que curiosamente, mientras Inzamac sufría Paraxe iba perdiendo en su duelo frente a Embutidos Lalinense.

Quizá este inesperado resultado reavivó el mejor juego de Inzamac, que aumentó su efectividad en ataque en los últimos minutos del primer tiempo y con una sólida defensa alcanzó el descanso con solo un tanto de desventaja frente a Universidad de León (14-13).

Un asueto en el que los móviles «echaron humo», al que Paraxe Construcciones también llegó ganando en Chapela y que marcó un antes y un después en esta última jornada cargada de emociones para la gran «marea verde».

El juego se retomó en León con una Inzamac como gran protagonista, haciendo pasar factura de las ausencias de Jaime, Goñi o Cabanas a su rival. De hecho, Inzamac tomó el mando del electrónico y obligó al técnico leonés a pedir tiempo muerto (16-19, m. 28).

La afición vibraba y empujaba a su equipo a la victoria. El «siete de Zamora», con Octavio y Jortos demostrando porque son la pareja más determinante de toda la categoría, aumentaba su renta y encaraba favorablemente el final de la contienda (22-26, m. 50).

Sin embargo, al igual que en León, la segunda mitad también cambió el rumbo del duelo en Chapela, donde BM Lalín se veía claramente superado por el segundo clasificado con el paso de los minutos (31-24, m. 40).

Ambos duelos finalizaron sin cambiar el rumbo de la liga. Paraxe se impuso y se clasificó para un «play-off» que Inzamac acarició hasta el duelo de ayer, en el que rompió su negativa estadística ante Universidad de León con un 29-32 que supuso una de las victorias más tristes de cuantas haya vivido el bloque de García Valiente.

Los jugadores del Club Balonmano Zamora acudieron a tierras leonesas como guerreros pero regresaron como héroes, pues si bien no lograron obtener la gloria que proporciona el éxito deportivo, demostraron sobre el «Hansi Rodríguez» la capacidad de vencer al más difícil de los adversarios, de superar sus límites y poner hasta el último gramo de su fuerza en la batalla pese a la ínfima probabilidad de culminar la gesta con victoria.

Ayer no hubo gloria deportiva para el cuadro de Viriato pero recibió una recompensa aún mayor, la gran muestra de cariño por parte de su afición, y culminó con triunfo una campaña en la que dio un paso más para obtener ese gran éxito.