Athletic: Iraizoz, Iraola, Ekiza, Amorebieta, Aurtenetxe, Iturraspe, De Marcos (San José, min.57), Ander Herrera (Ibai Gómez, min.65), Susaeta, Llorente (Toquero, min.65) y Muniain.

Sevilla: Palop, Luna, Fazio, Escude, Navarro, Ratikic (Guarente, min.75), Medel, Navas, Kanouté (Babá, min.68), Manu del Moral (Alberto Moreno, min.79) y Negredo.

Gol: 1-0: m. 47, Llorente.

Árbitro: Álvarez Izquierdo (C.Catalán). Amonestó a Iraola, Amorebieta y Muniain, por el Athletic; y a Kanouté, Medel, Escudé y Navas por parte del Sevilla.

Incidencias: Partido disputado en San Mamés ante cerca de 45.000 personas.

El Athletic se impuso al Sevilla en gracias a un solitario tanto de Fernando Llorente, que volvió a valer tres puntos para los bilbaínos.

Después del último éxito en la «Europa League», el Athletic llegó a La Catedral sabiendo que cinco jornadas sin conocer la victoria son muchas y que el equipo necesitaba más que nunca los tres puntos para rozar la zona europea. Así, Bielsa alineó a toda su artillería para intentar superar a un Sevilla que viajó a Bilbao con la moral en alza pero con muchas bajas.

Los pupilos de Míchel saltaron al césped muy «enchufados». El Sevilla omenzó dominando, marcando el ritmo del partido y dispusiendo de varias ocasiones por medio de Negredo y Kanouté. Sin embargo, una ocasión fallida de Fernando Llorente a bocajarro despertó a los «leones», que poco a poco recuperaron el control del partido y frenaron la embestida inicial de los sevillistas.

Después de una primera media hora trepidante, con mucha velocidad, llegadas de uno y otro equipo y varias ocasiones de peligro, el encuentro fue bajando de intensidad y se tornó más equilibrado.

Tras el descanso, apenas se había sentado el público en San Mamés cuando Fernando Llorente llevo el delirio a las gradas al anotar el primer tanto del partido. Amorebieta quiso jugar en largo y Susaeta puso un centro que Llorente aprovechó para cabecear el cuero a la red.

Con el tanto a favor, el Athletic se replegó para intentar matar el partido en alguna contra y el Sevilla comenzó a llevar la iniciativa. Sin embargo, los de Míchel no conseguían intimidar a Iraizoz y enseguida volvieron a ceder el control de la pelota a los locales.

El Sevilla se volcó algo más en los últimos instantes del partido pero su ineficacia permitió respirar tranquilo a un Athletic que también gozó de ocasiones para sentenciar.