Una operación conjunta de la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra se ha saldado con la detención de 10 personas presuntamente implicadas en una red internacional dedicada al tráfico de sustancias dopantes, según informaron ayer ambos cuerpos de seguridad.

Según recoge un comunicado de los Mossos, seis de las detenciones se han producido en Cataluña y cuatro en Madrid, entre las que destaca la del presunto jefe de la organización, el doctor de origen colombiano Alberto B.N., que ya ha ingresado en prisión.

La detención del doctor tuvo lugar el pasado 5 de marzo en el aeropuerto de Barajas, cuando se disponía a coger un avión hacia Colombia, y en su equipaje se intervinieron sustancias dopantes «de última generación» como AICAR y TB-500.

Además de éstas, a otros miembros de la organización también se les ha intervenido EPO CERA, EPO, hormonas del crecimiento y anabolizantes.

Aunque la policía catalana considera que esta infraestructura criminal ha sido «desarticulada», también asegura que «no se descarta una segunda fase de actuación con nuevos detenidos».

Según los Mossos, la organización desmantelada tuvo «implicación directa» en los resultados positivos en controles antidopaje de deportistas de elite que habían competido en varios campeonatos de primera línea durante los últimos años, como son los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008, la Vuelta Ciclista a Portugal de 2009, la Vuelta Ciclista a España de 2010 y los campeonatos de España de Atletismo de 2010. La investigación policial se remonta al verano de 2011, cuando ambos cuerpos de policía investigaban de forma paralela «dos posibles casos de tráfico de sustancias dopantes de tercera generación» en Mataró (Barcelona) y Madrid.

Los dos cuerpos de policía detectaron que el presunto jefe de la organización que investigaban era la misma persona, el doctor detenido en Madrid, que disponía «de muchos contactos en el mundo del deporte de elite».

La investigación en Mataró (Barcelona) se centraba en una tienda dedicada «a la venta de complementos nutricionales para deportistas» y que presuntamente «estaba relacionada con el positivo de EPO de un atleta catalán en el Campeonato de España de Atletismo de 2010». Este comercio recibía «pedidos sospechosos procedentes de Marruecos» en los que el producto demandado era EPO CERA y los demandantes, dos ciudadanos marroquíes que también estaban siendo investigados desde Madrid por la Policía Nacional por suministrar esta sustancia «a ciclistas profesionales».

Según la Policía Nacional, el grupo ahora desarticulado tenía una perfecta organización funcional y jerárquica, con una red de captación de deportistas, dedicada a ejercer labores de asesoramiento, distribución y prescripción, y otra dedicada a obtención de las sustancias en distintos orígenes, siempre fuera de los canales legales.