El Levante se ha impuesto en el último suspiro (1-0) al Villarreal en el estadio Ciutat de Valencia gracias a un gol de Xavi Torres en el último minuto, que le permite seguir soñando con Europa y mete en serios problemas a un 'submarino amarillo' que no termina de carburar.

El derbi valenciano comenzó con los locales mucho más concentrados y metidos en el partido llevando la manija y triangulando bien el balón en el medio del campo. La defensa granota defendía bien los balones en profundidad y en largo, mostrándose intratables en los primeros minutos de partido.

Las primeras ocasiones las tendrían los locales gracias a la movilidad del delantero africano Koné, que facilitaba con sus movimientos las llegadas de sus compañeros Valdo, Ghezzal y Barkero. El 'submarino amarillo' se centró más en este primera mitad en defender el resultado y no encajar goles, llegando al final con el 0-0 inicial.

Tras la reanudación los pupilos de Juan Ignacio Martínez continuaron buscando la portería defendida por Diego López y apunto estuvieron de perforarla en una acción de Valdo que mandó la volea a la derecha del guardameta amarillo.

La conexión entre delanteros y centrocampistas del Villarreal no funcionaba y Molina echaba de menos a Borja Valero entre líneas para poder hacer daño a una defensa que no sufría en absoluto. El técnico del 'submarino amarillo' intentó dar un giro al encuentro dando entrada a Hernán Pérez para aprovechar su velocidad.

Parecía que el balón no quería entrar en ninguna portería, pero en los últimos minutos el partido se volvió loco. Primero la autoexpulsión de Marchena en dos minutos, al recibir una doble amarilla, y segundo al marcar Xavi Torres en el 92 (0-1), al empujar sobre la línea un rechace de la falta lanzada magistralmente por Rubén Suárez, que se convirtió en el héroe del derbi valenciano.